Europa sigue creciendo a las mayores tasas en una década y deja atrás a los anglosajones: la zona euro cerró 2017 con un crecimiento del 2,5% y el PIB trimestral avanzando a tasas del 0,6%. Ni las amenazas proteccionistas de Donald Trump en Estados Unidos ni el Brexit han hecho mella en Europa; más bien al contrario. La zona euro crece por encima de EE UU y el Reino Unido, según Eurostat, la agencia estadística de la UE.
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2018 empieza contando la misma historia que 2017. Ni los riesgos internos (las amenazas populistas) ni los externos (la debilidad del dólar y los potenciales conflictos geopolíticos) han conseguido que el crecimiento pierda fuelle. Los índices de confianza están en máximos. El BCE ha conseguido domar (más o menos) a los mercados pese a las expectativas de retirada gradual de sus medidas extraordinarias. Los viejos problemas siguen ahí (Grecia y los acreedores deben discutir en las próximas semanas medidas de alivio de la deuda), pero todo es más fácil con viento en las alas: Francia crece al mayor ritmo desde 2011, España sigue fuerte y la crisis de deuda soberana parece un mal sueño de hace ya un lustro.
El arranque del año empieza fuerte, según los indicadores adelantados. Y el cierre de 2017 fue espectacular, con un alza del PIB del 0,6% en el último trimestre tanto en la zona euro como en la UE, apenas una décima menos que el trimestre anterior. «Europa debería aprovechar la ventana de oportunidad para hacer reformas», según un análisis de Oxford Economics, empezando por la unión bancaria, con el fondo de garantía de depósitos común. Esas reformas dependen de que haya Gobierno en Alemania, y de que las elecciones italianas no rompan la cristalería europea. Al cabo, por cada dato bueno hay uno pésimo: Europa crece, pero tiene aún más de 20 millones de parados, con los índices de desigualdad y riesgo de pobreza aún insoportablemente elevados.
Fuente: El País