El exgobernador del Banco de España Miguel Fernández Ordóñez ha dicho hoy que la decisión del Gobierno «de utilizar la menor cantidad posible de recursos públicos para reestructurar el sistema bancario multiplicó los problemas y dilató el proceso». El que ocupara el máximo cargo de la supervisión entre el 2006 y el 2012, que participó en la comisión del Congreso que investiga el origen de la crisis financiera, apuntó que se gestó a partir de 1996 cuando el crédito creció por encima del PIB «hasta que se frenó en 2006». Admitió errores genéricos de los supervisores, pero culpó a los legisladores por «no cambiar antes las normas de las cajas» por su dependencia de las autoridades autonómicas y afirmó tener «una visión positiva de lo hecho hasta ahora en España».

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En la explicación de por qué el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero quiso utilizar el mínimo posible de recursos públicos, Fernández Ordóñez ha destacado que trató de evitar impacto que podría tener en el déficit público «en unos momentos en los que Grecia atravesaba momentos difíciles por esta razón». El compareciente en la comisión, que escuchó del portavoz de Ciudadanos, Francisco de la Torre, de ser «el último gobernador con un carné, el del PSOE», afirmó que se podía haber acabado «directamente con más inyección de recursos públicos».

Respecto a la segunda recesión, que sucedió al final del mandato de Fernández Ordóñez, a principios de 2012, dijo que era imprevisible y que sucedió por factores europeos, no españoles. «En 2012 se produjo el hundimiento de la confianza en la economía inimaginable en 2011 por la mala gobernanza del euro, no por España».

«Muchas cosas se hicieron mal»

El exgobernador del Banco de España ha calificado la reestructuración bancaria como una «auténtica reconversión industrial bancaria» y ha reconocido que «todos», el Gobierno, los supervisores y los organismos reguladores cometieron un conjunto de errores que, además, fueron compartidos por los parlamentos europeos. Dejó claro que el Banco de España no tenía «la caja de herramientas adecuada para solucionar este tipo de crisis, que era diferente de todas las demás» porque faltaban disposiciones que llegaron después con nuevas leyes.

«Se hicieron mal muchas cosas y no se vieron muchas cosas que ahora vemos todos», ha puntualizado, al tiempo que ha advertido de que la reconversión de las cajas de ahorros debería haberse realizado durante los períodos de expansión. «Se debieron aprovechar los años de bonanza para hacer una política económica diferente, con reformas estructurales», ha señalado Fernández Ordóñez.

En su opinión, la crisis financiera se engendró con una expansión «desmesurada» del crédito bancario y de la competitividad desde mediados de los años 90 hasta 2006, cuando se «desinfló» y la economía se desplomó posteriormente con la crisis financiera internacional. Ha dicho que fueron años de «euforia» y que «todos participaron». «Los que pedían crédito, los que lo daban y los Gobiernos que decían que reducían el déficit», ha señalado. «Es sorprendente que prácticamente nadie alertó de lo que estaba pasando», ha puntualizado.

Riesgo de otra crisis

Respecto a la posibilidad de que se repitan las crisis, comentó que «el riesgo es muy alto porque el capital exigido a los bancos solo ha pasado del 2% de los activos totales al 5%. El endeudamiento con bonos y depósitos es muy alto, por eso los contribuyentes tienen que poner cantidades ingentes cuando quiebra un banco», afirmó. 

Los portavoces de los grupos fueron muy duros con el exgobernador en sus preguntas, responsabilizándole de ser responsable de la crisis social que ha golpeado a la sociedad, que ha provocado que 400.000 personas hayan perdido su casa, por la emisión de las preferentes que arruinaron a muchos ahorradores, así como por la salida a Bolsa de Bankia con unas cuentas que se han considerado maquilladas.

Fuente: El País