El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, ha hecho este lunes autocrítica sobre el escaso éxito que ha conseguido España a la hora de atraer parte del negocio financiero que saldrá de Reino Unido por el Brexit. «Los resultados no van a ser espectaculares, van a ser modestos», ha declarado en la convención anual de la Asociación de Mercados Financieros. Estos planes fueron anunciados por el Ministerio de Economía cuando el titular de la cartera era Luis de Guindos.  

París, Fráncfort, Ámsterdam, Luxemburgo e Irlanda se beneficiarán más de este desplazamiento de actividad, ha subrayado Albella. «Me habría gustado que hubiésemos hecho algo más coordinado como ha hecho la plaza financiera francesa. Nos hemos quedado muy cortos y ha habido poca venta común», ha reconocido. Y ha lamentado que no se haya apostado más por este tema. «Tenemos la sensación de haber trabajado un poco solitario en esto. Tendría que haber sido promovido e impulsado desde otras instancias», ha incidido. Además, ha admitido que la incertidumbre soberanista en Cataluña perjudicó este tipo de iniciativas. Pese a que luego ha señalado que los índices de estrés financieros no han recogido hasta ahora esas tensiones. 

Albella ha tildado de sorprendente que un lugar como Ámsterdam haya tenido bastante éxito. Si bien a continuación ha explicado que los holandeses tienen una cultura común, una cercanía geográfica y, además, hablan inglés. Albella ha contado que España quedará por detrás de esas cinco ubicaciones. Aunque ha adelantado que algo sí que se conseguirá captar.

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El presidente de la CNMV también ha explicado que quiere ampliar el menú para facilitar la atracción de empresas cotizadas. Y ha sostenido que para ello sería bueno relajar la exigencia de que las compañías tengan que reportar trimestralmente. «Normalmente el 80% de las cotizadas publica sus cifras trimestralmente de todas formas. Pero a lo mejor ese 20% restante le interesa no hacerlo y es una carga. En Europa solo Rumanía y Polonia obligan como España a publicar resultados cada tres meses», ha señalado. En lugar de hacerlo cuatro veces al año solo tendrían que hacerlo dos. En su opinión, habría que examinar por qué no lo tienen otros países con los que nos queremos comparar.

Respecto al anuncio del Gobierno de crear una autoridad independiente para defender a los clientes financieros, Albella ha afirmado que ha recibido la noticia con «cierta preocupación» y que le hubiese gustado que ese nuevo organismo hubiese estado encuadrado dentro de la CNMV. «Será una suerte de ombudsman único que encauzaría las reclamaciones. Es la respuesta española a la directiva europea de litigios de consumo. Nosotros tenemos un servicio de reclamaciones que creemos que funciona bien y pensamos que lo ideal sería que se hubiese integrado dentro de la CNMV», ha dicho. Y ha matizado luego que «siempre que haya verdadera coordinación la reforma puede ser positiva». «Estamos dispuestos a colaborar», ha remachado.

Este organismo ya fue anunciado por el anterior Gobierno y ahora ha sido retomado con mucho vigor por el actual. Y, según ha relatado el propio Albella, genera dos preocupaciones en la CNMV: por un lado, si se crea solo para circunscribirse al ámbito de las reclamaciones. Y por otro, que haya una estrecha coordinación entre esta nueva autoridad y la CNMV. «Trataremos de vivir con ella y coordinarnos lo mejor posible», ha apuntado el presidente de la CNMV. Aun así, Albella ha insistido en que esta nueva institución conozca bien los criterios de la CNMV y los tenga en cuenta a la hora de resolver las reclamaciones. Tanto la CNMV como el Banco de España poseen departamentos que atienden las reclamaciones individuales de los consumidores financieros. Sin embargo, estos sirven más como mecanismo de arbitraje y sus resoluciones no tienen poder vinculante. El Ministerio de Economía pretende cambiar eso y que las decisiones de esta nueva autoridad sean obligatorias para las entidades financieras.  

Fuente: El País