Tampoco es que las entidades financieras española puedan congratularse del proceso de recorte de su morosidad en comparación con sus homólogas europeas. El ratio de morosidad para el conjunto del sector de la zona euro es del 3,56%, el nivel más bajo desde la primera serie de tiempo publicada en 2015 (el BCE comenzó a supervisar a las entidades europeas en noviembre de 2014). Este porcentaje, de cualquier forma, está distorsionado por la alta morosidad que sigue acumulando la banca griega.

En el caso de España el ratio está en la media, y se coloca en la séptima posición, por encima de países como Francia, Austria, Bélgica, Alemania o Luxemburgo, entre otros.

En los últimos años el BCE ha presionado mucho para que la banca acelerase la venta de sus activos inmobiliarios, algo en lo que los bancos españoles han puesto mucho empeño entre 2017 y 2018, aunque siguen arrastrando aún activos improductivos originarios de la crisis financiera.

El índice de cobertura de liquidez disminuye a un 146,83% en el segundo trimestre del año, por debajo del 149,51% en el primer trimestre. Los valores promedio varían del 99,15% en Grecia al 369,16% en Eslovenia. Los ratios de la banca española se sitúan por encima de la media europea en este caso, al colocarse en el quinto puesto con un índice ligeramente por encima del 150%, según el análisis del BCE.

Fuente: El País