En el futuro próximo coexistirán numerosas tecnologías en igualdad en el mundo del motor. Esa es la conclusión a la que ha llegado la consultora KPMG, que indica que dentro de 12 años, el 30% de los coches que se fabriquen en el mundo sean eléctricos, el 25% híbridos, los de hidrógeno representen el 23% y los de combustión interna supongan otro 23%. Así se desprende del XX Informe Global sobre Automoción, una encuesta en la que recoge la opinión de los fabricantes sobre el futuro del sector.

KPMG advierte en su estudio que los fabricantes de coches se enfrentarán a “condiciones más exigentes” y a “una contracción de los mercados globales”, una situación para la cual las firmas deberán estar “preparadas”. “Estamos ante una nueva tormenta perfecta, que sitúa a la industria de automoción ante retos complejos y que obligarán, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, a incorporar nuevas capacidades fuera de sus competencias tradicionales, para responder a las demandas de nuevos servicios de un consumidor más exigente”, dice Begoña Cristeto, socia de KPMG en España.

“La clave, que determinará en buena parte los resultados será la capacidad para incorporar estos cambios a la velocidad que el entorno va a requerir y con la diversidad que cada entorno local va a exigir”, añade Cristeto.

El estudio, a su vez, indica que Toyota es la empresa que mejor está posicionada para afrontar los retos del futuro, seguida de BMW y Tesla. Para la encuesta se ha consultado a 1.000 directivos del sector del motor y a 2.000 consumidores.

El estudio resalta la importancia que tendrán las decisiones políticas en el futuro del automóvil. “La industria de automoción dependerá más que nunca de las decisiones políticas y las regulaciones, después de décadas en las que la agenda tecnológica ha venido marcada por las compañías”, dice KPMG.

Uno de los puntos que resalta el estudio es la reducción de los concesionarios. Según KPMG, el número de puntos de venta de coches disminuirá entre un 30% y un 50% para 2025.

“La industria automovilística tendrá que acostumbrarse a salir de su zona de confort durante este periodo de cambio. No existe una única respuesta global; actualmente la industria está funcionando como un grupo de islas conectadas, pero diferenciadas. Dichas entidades cambiarán, se fusionarán y se transformarán a medida que la industria avance en la revolución tecnológica”, explica Dieter Becker, responsable global de automoción de KPMG.

Becker también señala la diferencia que hay entre los directivos europeos y los de EE UU y Asia, ya que estos dos últimos están mucho más seguros sobre las estrategias que se quieren llevar a cabo en el sector en sus respectivas regiones. “Las políticas industriales en Asia y en Estados Unidos están aparentemente mucho más avanzadas que en Europa. El 83% de los directivos chinos y el 81% de los estadounidenses opinan que su país cuenta con políticas claras en la industria de la automoción; mientras que en Europa Occidental, tan sólo la mitad de los consejeros delegados tienen esa misma confianza”.

Fuente: Cinco Días