Creado en julio de 2014, Avantage Fund, bajo la batuta de Juan Gómez Bada, su director de inversiones, sube más de un 37% y cuenta con un patrimonio de 13,4 millones de euros. En el mismo periodo, el Ibex ha caído un 10% y el Euro Stoxx 50 ha avanzado notablemente menos: un 9,6%.

Avantage Fund, de Renta 4 Gestora, una de las carteras distinguidas con cinco estrellas Morningstar y, pese a los vaivenes de la renta variable mundial, avanza alrededor de un 2%. La gran diferencia de su éxito es que vigila muy de cerca a los directivos de las compañías por las que apuesta. También utiliza derivados para rebajar la volatilidad y ha ganado dinero gracias a sus apuestas por el alza de rendimientos de la deuda.

¿Cómo logra Avantage Fund subir en el año?

Son cuatro razones: la calidad de las inversiones, el precio razonable al que se han comprado, la apuesta por una subida de rentabilidad de la deuda que estamos haciendo y la cobertura con derivados.

¿Cómo mide la calidad de las inversiones?

Son dos parámetros. Primero, que los intereses entre directivos y accionistas estén alineados. Que no estén robando a los accionistas. Suena muy duro, pero es la verdad. Lo hacen con salarios, indemnizaciones, operaciones de adquisición que buscan más tamaño pero no más rentabilidad. El segundo es que el modelo de negocio sea sostenible y que tenga una ventaja competitiva clara.

«Una eventual guerra comercial es un problema grave, pero todavía no está claro que se vaya  a producir»

¿Son muchas las compañías en las que los intereses de los gestores son espurios?

Hay muchas opciones para que los directivos hagan lo mejor para ellos en lugar de lo mejor para los accionistas. Las empresas inmobiliarias que están saliendo al mercado, por ejemplo, salen para crecer porque es como más ganan sus directivos. Y si ese es el motivo, no discriminan las compras buenas de las malas.

El Ibex sigue muy cerca de los mínimos de un año. ¿Es momento de entrar?

He ido aumentando en casi todos los valores, pero con más intensidad en los que veo más potencial. La base de la cartera sigue siendo la misma que en 2014.

¿Cuántas compañías tiene ahora el fondo y cuáles son las más significativas?

Tengo unos 50 valores, que es el número máximo. A cierre de diciembre, los que más peso tenían era Renta 4 Banco (4,59%) el vendedor de equipos médicos Prim (3,94%), Ryanair (3,29%), Bankinter (3,25%), el gestor de franquicias canadiense MTY Food (3,14%), la cadena de tiendas de deporte Sports Direct (2,86%), el fabricante de vidrio Vidrala (2,86%), BME (2,73%), Talgo (2,67%) y el fabricante de celulosa Ence (2,66%). El único valor nuevo en lo que va de año es la aerolínea Norwegian, que es como invertir en Ryanair hace unos años.

¿Cómo emplea los derivados?

En un momento bueno, lo lógico es tener un 70% de renta variable neta. Pero el otro 30% no va a renta fija, sino que invierto más en Bolsa con los mismos criterios. Apuesto hasta el 95% en acciones y el 25% lo destino a futuros de índices apostando por caídas. Esto reduce la volatilidad y los sustos.

Por países, ¿cuáles son sus preferidos?

España acapara más de la mitad de las inversiones. Creo que el crecimiento económico español va a ser bueno y he encontrado negocios que cumplen los requisitos que me marco: valores de calidad a precios razonables. Cuanto más cerca está la empresa, más la controlas. Si encuentras oportunidades aquí no es necesario ir fuera.

Renta 4 y Prim son empresas de tamaño reducido. ¿Se centra en pequeñas firmas?

Tengo una ventaja en los valores pequeños, por el tamaño de fondo. Debido al importe que invierto no muevo el valor. Y trato de sacarle partido a este factor. Pero también tengo compañías como Inditex [75.000 millones de capitalización] o Ryanair [19.000]. Son buenos negocios, con los intereses entre directivos y accionistas alineados y a precios razonables. Ambos han estado en Avantage Fund desde su creación. En inditex he aprovechado las caídas de hace dos semanas para incrementar mi posición. Tengo Inditex en mi cartera desde que lancé el fondo porque confío en el modelo de negocio. La caída ha abaratado el precio, aunque nunca cotiza como una ganga.

¿Qué diferencia su gestión de la tan de moda en los últimos tiempos value?

La diferencia está en los precios que yo considero válidos. La gestión puramente value da menos importancia a la calidad que a entrar en activos muy baratos. Sus inversiones surgen de caídas de Bolsa muy bruscas. Ellos miran primero el precio y, de reojo, la calidad. Yo hago al contrario.

Es positivo en general, pero hay varias tormentas en el horizonte, como Trump, China y la amenaza de una meteórica subida de tipos de interés…

En el ciclo estoy positivo. Todo va razonablemente bien; creo que habrá más inflación, pero también considero que seguiremos con tipos de interés reales negativos. Es decir, que no superarán la inflación y que las políticas monetarias seguirán siendo expansionistas. Eso impulsará la economía, el empleo y los beneficios de las empresas.

El presidente de EE UU acaba de anunciar una supuesta guerra comercial…

Una eventual guerra comercial es un problema grave, pero no está claro que se vaya a producir. Hay que seguir el tema. Es un miedo real. De cara a su reelección, Donald Trump puede utilizar este argumento para ganar votos. Un efecto secundario muy significativo sería el repunte de la inflación.

¿Qué más nubarrones hay en el horizonte?

Hay tormentas que pueden generarse, pero que aún no se han gestado. Hay que mirar a China, por si se crea una inestabilidad como consecuencia del autoritarismo del presidente al que comparan con Mao.

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Fuente: El País