El grupo bancario y asegurar holandés ING ha retirado la propuesta de doblar el sueldo de Ralph Hamer, su director ejecutivo. La cifra de 3 millones de euros anuales que se disponía a cobrar, no será siquiera analizada durante la junta de accionistas que se celebrará en abril.

“Hemos subestimado el efecto del rechazo público generado por este aumento”, ha dicho Jeroen van der Veer, su presidente. Antes de su disculpa, Triodos Bank y ASN Bank, dos entidades de la competencia, habían recibido ya nuevos clientes -aunque no dicen cuántos- que se habían dado de baja de ING. Este banco tuvo que ser rescatado por el Estado holandés durante la crisis financiera de 2008, pero consiguió devolver los 10.000 millones de euros recibidos entonces en 2014, seis meses antes de lo estipulado. El salario de 1,5 millones, incluso el de tres millones, está por debajo de sus colegas europeos con entidades de un tamaño similar. Los primeros ejecutivos de Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell ganan por encima de los 1,5 millones.

El incremento salarial había sido criticado también por el Parlamento, y el ministro de Finanzas,  Wopke Hoekstra, que pidió este lunes a la compañía que cambiara de planes. ING tiene en estos momentos unos ocho millones de clientes particulares y otros 660.000 de empresa, y la repulsa política llega en vísperas de las elecciones municipales del próximo 21 de abril.

La actual coalición holandesa es de centro derecha, pero ningún partido quiere dar la sensación de que ignora la sensibilidad ciudadana ante un sueldo tan abultado. Un buen termómetro de lo que opinaba el ciudadano medio ha sido el movimiento registrado por la web Eerlijk Bankwijzer. El nombre podría traducirse como Indicador de Buenas Prácticas Bancarias y la promueven, entre otras, Oxfam, Amnistía Internacional y el sindicato nacional mayoritario. Desde que se supo que Ralph Hamer cobraría tres millones de euros, han aumentado sus visitantes “de 200 diarios a 14.000”. Su contador se ha llenado también de quejas contra ING, “que han llegado a las 1.500”, según sus portavoces.

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«Gana como si fuera de Segunda»

La junta directiva de ING lo ha presentado de otra forma. Dice que los 1,5 millones de euros originales que cobraba “eran mucho menos de lo ganado por sus colegas europeos en puestos similares”. “Hamer, juega en Primera División, pero gana como si estuviera en la Segunda”, dijo Van der Veer, al rotativo Financieel Dagblad, para justificar la subida salarial, que buscaría no perder el talento del ejecutivo. También pidió “comprensión” al resto de la plantilla del grupo, que el pasado septiembre recibió un aumento salarial del 1,7% tras el acuerdo cerrado en el convenio colectivo.

Desde 2008 y a tras los efectos de la crisis, varios gobiernos holandeses han intentado contener los aumentos salariales de los grandes ejecutivos bancarios. Las bonificaciones, por ejemplo, no pueden superar el 20% del sueldo base. Pero esta vez, aunque el clima económico es distinto, el Ejecutivo estaba buscando la forma de impedir por ley los aumentos de esta clase. “Porque ING no es una fábrica de galletas; es un banco importante y la confianza es esencial en el sector”, dijo el ministro Hoekstra.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, celebró la decisión del grupo ING y el ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, aseguró que esta es «la única decisión correcta» tras este escándalo, que comenzó el pasado fin de semana.

Desde el Parlamento, los verdes GroenLinks tildaron esta última decisión del banco como «una victoria muy importante» aunque en general piden introducir una legislación más estricta para la remuneración en el sector financiero.

El economista holandés Ralph Hamer trabaja en ING desde 1991 y es director ejecutivo desde 2013.

Fuente: El País