El miedo se extendió esta mañana por las Bolsas de toda europa, penalizada por la caída de más del 3% de ayer de Wall Street. El Ibex ha llegado a caer el 2%, profundizar con los mínimos de diciembre de 2016 e incluso coquetear con perder los 9.000 puntos. Sin embargo, los datos macro han apaciguado los temores y el Ibex cede menos del 1% a media sesión.

La inflación —el dato más esperado por los inversores, pues es la principal guía para que la Fed tome sus decisiones de tipos— ha repuntado menos de lo esperado, al 2,3% frente al 2,7% del mes anterior. Por su parte, las peticiones de desempleo han subido de  7.000 a 214.000, según el dato adelantado de octubre. Los futuros de los principales índices de Wall Street, que antes de conocerse el dato caían más del 1% y hacían presagiar otra sesión negra en las Bolsas, han aminorado también las caídas. Entienden que la Fed ya no tendrá tanta prisa por subir los tipos.

La rentabildad del bono a 10 años estadounidense, cuya escalada a máximos de 2011 atenazó ayer a las Bolsas y a las tecnológicas especialmente, ha moderado su alza y se queda en el 3,16%. El euro sigue fuerte frente al dólar y apunta a recuperar los 1,17 billetes verdes,

El temor a un frenazo económico mundial, sumado a las perspectivas de subidas de tipos en Estados Unidos y al repunte de las rentabilidades de la renta fija han desencadenado la tormenta. En Europa, se añade el foco de inestabilidad italiano, con el tira y afloja del Gobierno (coalición de ultraderecha y antisistemas) con Bruselas para fijar los objetivos de déficit.

Casi todos los valores del Ibex 35 están en rojo, a excepción de Grifols, Sabadell y Técnicas Reunidas que suben en torno al 0,5%. Entre los valores que más caen, Repsol, ACS  y Acerinox caen más de un 3%. Las pérdidas son generales en los principales mercado europeos.  El Dax alemán baja un 0,64%, el Cac francés se deja un 1,2% y el Mib italiano, un 0,73%. 

A pocos días de que finalice el plazo (el día 15 de octubre) para que los Estados europeos presenten sus cuentas de 2019 a Bruselas, continúa el nerviosismo sobre Italia. El ministro de Economía del país, Giovanni Tria, insiste en llamar a la calma y ha señalado que hará todo lo posible para recuperar la confianza del mercado. Pero los inversores no se fían y cuestionan no solo las previsiones de déficit, sino las mismas previsiones económicas que sustentan el Presupuesto. En España, el Ejecutivo ha cerrado un acuerdo con Podemos para presentar las cuentas de 2019. 

La crisis italiana no es el único nubarrón en los mercados. En plena escalada de las tensiones comerciales entre China y EE UU, los datos macro estadounidenses siguen apuntando a una fortaleza de la economía (cifras de empleo, ISM sector servicios …) lo que ha elevado las expectativas de que la Reserva Federal subirá los tipos de interés en diciembre y acelerará después. Una perspectiva que ha impulsado la rentabilidad de la deuda y ha provocado la huida de la renta variable. Anoche, el Dow Jones (que se sitúa en zona de máximo histórico) perdió un 3,15%, similar porcentaje al del S&P 500. El Nasdaq bajó un 4%, la mayor caída desde el brexit. Los futuros sobre los índices de Wall Street, que ceden en torno a un 1%, auguran una sesión más de recortes al otro lado del Atlántico.

Paralelamente, la volatilidad se ha disparado. El índice VIX, que mide los altos y bajos del S&P 500, ha subido un 50% hasta alcanzar los máximos de marzo, por encima de los 23 puntos. En febrero alcanzó los 37 puntos, cuando el bono estadounidense superó por primera vez el 3% y Wall Street cayó a plomo. 

Las pérdidas en EE UU han arrastrado a los mercados asiáticos: índice Nikkei de la Bolsa Tokio ha caído casi un 4%, el Hang Seng de Hong Kong cae un 3,96% y el Kospi coreano se deja un 4,16%. El índice compuesto de Shanghai baja un 5,2% y toca mínimos de cuatro años. 

Más información

Una muestra del nerviosismo ayer en Wall Street fueron las declaraciones del presidente de EE UU, Donald Trump, quien aseguró ayer que la Reserva Federal «se ha vuelto loca», en referencia a las subidas previstas de tipos de interés. La declaración se produce un día después de las críticas del presidente a la autoridad monetaria por subir de forma muy rápida el precio del dinero. «En realidad es una corrección que hemos estado esperando por mucho tiempo, pero realmente no estoy de acuerdo con lo que la Fed está haciendo», afirmó ayer Trump.

En el mercado de deuda de Estados Unidos, donde los tipos han repuntado hasta alcanzar máximos de siete años, la rentabilidad del bono a 10 años cerró anoche en el 3,152%, siete puntos básicos por debajo de la víspera pero cerca del máximo de siete años del 3,26%. El aumento de los tipos de la deuda hace más atractiva la renta fija frente a la Bolsa, lo que puede provocar un trasvase de la inversión de uno a otro activo.

En momentos de inestabilidad en las Bolsas, el dinero huye a aquellos activos refugio. Así, el oro sube un 1% hasta superar los 1.200 euros por onza. Al mismo tiempo, el bono alemán a 10 años, otro de los activos refugio, cae al 0,54%, al tiempo que sube su precio.

La deuda española el bono español baja este jueves su rendimiento en cuatro puntos, lo que deja la prima de riesgo prácticamente estable, en 108 puntos. La prima italiana, por su parte, sube a 307 puntos, 10 más que ayer, al subir la rentabilidad del bono.

En cuanto a las materias primas, el petróleo Brent se deja un 1,6% hasta 81,8 dólares el barril.

Fuente: El País