El juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao ha estimado parcialmente la demanda presentada por Iberdrola contra el acuerdo de materias reservadas establecido en Siemens-Gamesa, compañía de la que es accionista, y anula el acuerdo en lo relativo a los umbrales fijados para los proyectos offshore, onshore y servicios.

El juicio tuvo lugar el 12 de diciembre después de que el pasado 10 de julio Iberdrola impugnara ante el juzgado ese acuerdo de materias reservadas adoptado en la sesión del consejo de administración de Siemens-Gamesa del 3 de mayo de 2018. Iberdrola entiende que este acuerdo fijaba unos umbrales económicos «muy elevados» para la aprobación de proyectos y operaciones por parte del consejo de administración. La eléctrica pedía la nulidad del acuerdo que limita los proyectos que deben pasar por el consejo al ser «contrario a la ley», mientras Siemens-Gamesa defendió que esos umbrales eran «razonables» para evitar el «colapso» del consejo.

El Juzgado ha decidido anular el citado acuerdo, pero únicamente en el apartado denominado «Materia 1», en concreto en lo relativo a los umbrales que se fijan para los citados proyectos offshore, onshore y servicios.

La demanda se enmarca en las desavenencias que Iberdrola y Siemens mantienen en relación con la gestión de Siemens-Gamesa, compañía en la que la empresa alemana es el primer accionista con el 59% de su capital, mientras que la dirigida por Ignacio Sánchez Galán cuenta con una participación del 8% y es un cliente de referencia.

Las dos empresas llevan enfrentadas desde que la multinacional alemana decidiera traspasar todo su negocio energético, incluido su 59%, a la sociedad de nuevo cuño, Siemens Energy. Su consejero delegado será Michael Sen, actual consejero dominical en Gamesa representando a Siemens. Iberdrola cree que la reestructuración afecta a los contratos estratégicos de Gamesa, dando una posición de ventaja a la alemana.

En este asunto, han dilucidado si 500 millones para las inversiones terrestres y 1.000 en el caso de la eólica marina son un tope razonable para que por debajo de esas cifras sea el consejero delegado quien tenga capacidad de resolución. Eso quiere decir, que los miembros del Consejo de Administración no se enteran de esas inversiones estratégicas hasta que superan esas cantidades.

El primer ejecutivo de Siemens-Gamesa, Marcus Tacke, reconoció en la vista que tiene capacidad para tomar decisiones de forma unilateral y sin contar con el consejo. Y, además, podría realizar un ajuste de plantilla de hasta 1.150 personas sin comunicarlo al Consejo, el 5 % sobre la plantilla total, integrada por 24.550 trabajadores. Iberdrola argumentó en la vista que Vestas, líder mundial en eólica, comunica operaciones a partir de 10 millones de euros. En los últimos cinco años solo ha habido un proyecto de inversión de más de 500 millones.

Fuente: El País