IAG, el holding que agrupa a Iberia y British Airways, hizo un negocio redondo cuando lanzó dos opas en 2013 para hacerse con el control total de Vueling. Pagó 9,25 euros por acción por la aerolínea y en los últimos cuatro ejercicios ha ingresado solo en dividendos 11,71 euros por acción. La opa de exclusión valoraba Vueling en 277 millones y desde su compra la compañía ha repartido en dividendos 350 millones. IAG, que compró el 52% en las opas por 143 millones (9,25 euros por título), ha recibido por esos títulos 181 millones en  dividendos (11,71 euros por título), una rentabilidad por esa vía del 126% en poco más de cuatro años.

La compañía que dirige Willie Walsh lanzó dos opas sucesivas por Vueling en 2013 para hacerse con el control total de la aerolínea y convertirla en su filial de bajo coste. Valoró la compañía en 277 millones pero solo desembolsó 143 millones, ya que el 45,85% de Vueling estaba en manos de su participada Iberia, y otro 2,4% de los accionistas no aceptaron las opas.

El precio de la opa se fijó, entre otros criterios, atendiendo a unas proyecciones de resultados que realizó la consultora PwC y avaló la compañía entonces presidida por el exministro del PP Josep Piqué. Dichas proyecciones se han demostrado totalmente desacertadas al minusvalorar la rentabilidad de la aerolínea. De hecho, PwC preveía que Vueling ganara 153 millones en el quinquenio 2013-2017, cuando los beneficios reales de la aerolínea en ese periodo se han elevado a 453 millones. Solo en 2017, ganó 117,3 millones, siendo la filial más rentable del grupo de acuerdo a su tamaño,  y repartió un dividendo récord de 115 millones.

IAG presentó inicialmente una opa en 2012 sobre Vueling en la que ofrecía tan solo 7 euros por acción. Una oferta que rechazó el consejo de administración presidido por el exministro Josep Piqué y que abrió la puerta a la presentación de una posible contraopa del empresario turístico y excomisario europeo Abel Matutes, que finalmente no se materializó. IAG elevó su oferta hasta los 9,25 euros por acción, precio que sí contó con el visto bueno del consejo de Vueling.

La aerolínea había salido a Bolsa en 2006 al precio de 30 euros por acción. Entonces estaba participada por el fondo de capital riesgo Apax Partners (40%), Planeta (30%), los gestores de la compañía (23%) y el presidente de JetBlue, Dave Barger (7%).

Los que no vendieron salen ganando

La ley impide lanzar una opa para excluir una empresa de Bolsa a un precio que sea inferior al que resulte de tener en cuenta una serie de métodos de valoración. Para lograr que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorizase a IAG su opa sobre Vueling en 2013, el grupo fundado por Iberia y BritishAirways encargó un informe de valoración a la consultora PwC.

La mayoría de accionistas vendieron en la opa ante el riesgo de quedarse con una inversión sin apenas liquidez (al dejar de cotizar en Bolsa). Sin embargo, han acabado ganando más los que conservaron sus acciones. han recibido en dividendos más que lo pagado en el precio de la opa y siguen conservando sus acciones. IAG ha ido comprando poco a poco a algunos de estos minoritarios que han querido vender. En la actualidad, Iberia tiene un 45,85% del capital y la sociedad tenedora Veloz Holdco a través de la que IAG lanzó la opa ha ido aumentando su participación hasta el 53,63%. De ese modo, solo queda un 0,5% en manos de los accionistas minoritarios.

Fuente: El País