El próximo jueves, 18 de octubre, el Palacio de la Bolsa de Madrid se vestirá de rojo. Celebrará que una vieja conocida, Cepsa, vuelve al parqué después de que su primer accionista, el fondo soberano de Abu Dabi, haya decidido sacar a Bolsa a la segunda petrolera española en un año poco propicio para los mercados y con debuts escasos y accidentados. No en vano, el Ibex se deja un 11,37% en el año. La compañía pilotada por Pedro Miró dejó de cotizar en 2011, cuando Abu Dabi lanzó una opa de exclusión tras acordar la compra del 49% que estaba en manos de la petrolera francesa Total. Antes, en 2009, el emirato adquirió las acciones en manos de Santander y Fenosa, si bien su entrada en el capital de la compañía data de 1988.

¿Pueden comprar los inversores minoristas acciones de Cepsa?

En principio, la salida a Bolsa de Cepsa no es una OPV en puridad –tal y como la define el artículo 11 de la Ley de Sociedades de Capital–, dado que no cuenta con un tramo específico para minoristas. Está reservada a grandes inversores. El escándalo con la salida a Bolsa de Bankia en 2011 cerró la ventana a este tipo de operaciones y solo Aena, en 2015, ha permitido comprar a pequeños ahorradores. La petrolera sí permitirá que sus empleados en España acudan a su redebut con un descuento del 10%, siempre y cuando se abran una cuenta en el Banco Santander y no vendan los títulos en seis meses. Nada impedirá al resto de mortales, eso sí, comprar acciones de Cepsa en el mercado, un segundo después de que suene la campana en el parqué madrileño.

¿A qué precio saldrán a cotizar sus acciones?

La compañía aún no ha desvelado cuál será el precio exacto al que volverá a cotizar. Lo fijará este martes, 16 de octubre, a través de un hecho relevante que remitirá a la CNMV. Por el momento, en el folleto de salida a Bolsa sí ha establecido una horquilla orientativa de precios, de 13,1 a 15,1 euros, entre los cuales debería encontrarse el precio de salida salvo catástrofe. Esto supone valorar el 100% de la compañía entre 7.010 y 8.000 millones.
El viernes, al cierre de esta edición, aún no contaba con el libro de órdenes cubierto, dos semanas después de que el ejército de bancos de inversión que coordinan la operación iniciasen la ronda de road show por las principales plazas financieras mundiales: Londres, Fráncfort y Nueva York. Fuentes financieras indican a CincoDías que Cepsa cuenta con más del 70% de la demanda necesaria para que el estreno sea un éxito. La tardanza en completar el libro de órdenes y la debilidad mostrada esta semana por las Bolsas mundiales –el Ibex ha caído un 3,8%– y por el petróleo (cede un 2,42%) hacen augurar que el precio final se situará en la parte baja de la horquilla.

¿Es más o menos atractiva que otras petroleras como Repsol?

Depende. Desde Cepsa esgrimen como sus mayores fortalezas su exitoso negocio de refino, su buena posición comercial (la segunda en el retail en España, tras Repsol) y su fortaleza en la industria petroquímica. Unos elementos que le hacen menos vulnerable que otras a los vaivenes de la cotización del Brent. De hecho, los informes emitidos por Santander y Morgan Stanley (dos de los bancos coordinadores de la colocación) sitúan en 30 dólares el precio del barril del petróleo a partir del cual Cepsa ya es rentable. Otro argumento a su favor es que llegará al mercado a múltiplos más atractivos que sus competidores. Cotizará por hasta 1,7 veces los 1.030 millones de ebitda registrados en el pasado ejercicio. Repsol lo hace a 3,6 veces.
Sin embargo, existen también dudas concernientes al negocio de Cepsa. Fundamentalmente, en torno a su endeudamiento. En el primer semestre del año Cepsa incrementó su pasivo en 3.000 millones hasta sumar una deuda bruta por 13.000. Y, según el folleto de salida a Bolsa, los pactos con los acreedores (covenants, en la jerga) le permiten endeudarse por 500 millones más, siempre y cuando mantenga la ratio deuda-ebitda por debajo de las 2,5 veces.

¿Ofrece un dividendo atractivo?

Es una de las principales armas con las que los bancos de inversión encargados de esta salida a Bolsa han tratado de convencer a los posibles inversores. Según promete en el propio folleto, Cepsa repartirá 450 millones en dividendos en 2019, lo que supone incrementar el pago en un 5% con respecto a este año y mantener el pay out (el porcentaje del beneficio repartido a sus accionistas) por encima del 50%. Con cargo a 2020 abonará 475 millones y con respecto a 2021, unos 500 millones. En el conjunto de los tres ejercicios pagará 1.425 millones de euros. En cuanto a la rentabilidad por dividendo, se situará entre el 6,4% y el 5,6%. Su principal rival, Repsol, elevará este parámetro hasta el entorno del 5,8%, siempre que cumpla con su promesa de subir el dividendo a 1 euro por acción.

¿Entrará Cepsa en el Ibex?

Todo apunta a que sí, aunque probablemente tenga que esperar al menos hasta abril de 2019. Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi, se desprenderá de un 25% del capital de Cepsa, que puede ampliarse hasta el 28,75% en el caso de que saquen al mercado los 20 millones de acciones adicionales (green shoe, en la jerga) que se reservan los bancos de inversión. Esto supondrá que, de acuerdo a los cálculos de BME, Cepsa pondere por un 60% y cuente con una capitalización ponderada de entre los 4.206 y los 4.848 millones. Las normas que rigen al Comité Asesor Técnico establecen que para que una empresa entre en el Ibex este dato debe superar al 0,3% del valor en Bolsa total del índice y en seis meses mover más de una determinada cantidad de efectivo. Con estas cifras, Cepsa se encontrará al filo de poder saltarse esta última norma al quedarse cerca de entrar entre las 20 cotizadas con mayor capitalización ponderada.

¿Qué planes tiene la empresa para el futuro?

Para empezar, en el propio folleto de salida a Bolsa Cepsa reconoce que ha llegado a un acuerdo con su primer accionista, Mubadala, para venderle el 42% de sus acciones en el gasoducto de Medgaz, en Argelia. Utilizará los 500 millones que se embolse en esta operación para reducir la deuda. Paralelamente, planea realizar inversiones por 1.350 millones para mejorar su capacidad de refino y 700 millones en los segmentos químico y de comercialización. Además abre la puerta a estrenarse en el mercado de bonos, una vez complete con éxito la salida a Bolsa.

Fuente: El País