General Electric busca ahorros. Y lo hace anunciando un recorte del 50% en el dividendo con el que premia la lealtad de los accionistas. La medida es extrema si se piensa que es la tercera vez que lo hace en los 110 años que cotiza en Wall Street. La primera, fue coincidiendo con los años de la Gran Depresión. La segunda, tras la última crisis financiera.
La medida entrará en vigor diciembre. Se rebajará a 0,12 dólares por acción frente a los 0,24 dólares actuales. «Entendemos la importancia de la decisión para nuestros accionistas y por eso no la hemos adoptado a la ligera», explica el consejero delegado de GE, John Flannery, que se puso al frente del conglomerado industrial en junio.
Los últimos resultados trimestrales reflejaban que el flujo de caja de la compañía se redujo más rápido incluso de lo esperado, hasta el punto de que Flannery calificó la situación de horrible. «Creemos que esta es la decisión correcta para alinear el pago del dividendo con la generación de efectivo», justificó el presidente ejecutivo de GE.
El anuncio se hizo un par de horas antes de que interviniera en una conferencia con inversores para exponer sus planes. Flannery quiere concentrar toda la carga operativa en los negocios de aviación, salud y energía. Su idea es desprenderse de unidades de negocio más pequeñas, como la de bombillas y locomotoras para trenes.
Su predecedor, Jeff Immelt, ya tuvo que realizar tras la crisis financiera una transformación profunda. Se desprendió así de la división de medios NBCUniversal, vendió el negocio de electrodomésticos y desmanteló la financiera GE Capital, que llegó a ser la mayor de la compañía. La idea era concentrarse en los negocios que le podía aportar más retornos.
Fuente: El País