Ence está en el punto de mira del Ibex desde la semana pasada. La productora de celulosa y energía cae un 16% desde que el Gobierno decidió no defender la prorroga de 60 años otorgada en 2016 para que la compañía mantuviese su actividad industrial en Pontevedra. Si finalmente no encuentra “una alternativa aceptable” que permita la continuidad de la planta, Ence aseguró que parará la actividad, lo que le supondrá un coste extraordinario de 185 millones, de los cuales, 74 millones serían impacto en caja y otros 111, costes por deterioro de activos.

La decisión del Gobierno de Sánchez sumada a unos resultados de 2018 ligeramente por debajo de las expectativas del mercado han sido un jarro de agua fría para los títulos de la empresa, que se desploma un 26,7% desde que presentó sus cuentas el 26 de febrero. A pesar de todo, los descensos en el año se quedan en el 9,5%, una cifra, pese a todo, elevada en comparación con los últimos años.

La debacle bursátil de Ence comenzó en octubre. En 2017, sus títulos se revalorizaron casi un 120% y en los nueve primeros meses de 2018, se anotaron más de un 63%. Sin embargo, el último trimestre, con descensos generalizados en las Bolsas internacionales, le llevaron a terminar el año prácticamente plano: cedió un 0,27%.

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Este cambio de rumbo ha coincidido con su regreso, 21 años después de su salida, al selecto club del Ibex 35. El 24 de diciembre, la empresa sustituía a Dia con un buen recibimiento del mercado. El 70% de los analistas de Bloomberg recomendaba comprar y confiaba que los títulos alcanzarían los 8,4 euros en 12 meses, es decir, un revalorización de alrededor del 50% respecto a los precios de diciembre.

Hoy, sus acciones han perdido los cinco euros, por primera vez desde febrero de 2018. Aunque el 71% de los analistas mantiene su recomendación de compra, un 7% considera que es mejor opción vender, la misma proporción que en diciembre. Sin embargo, su precio objetivo ha descendido hasta los 7,67 euros, lo que da a los títulos un potencial del 54%.

Toda esta situación ha afectado a un gran número de fondos que apostaron por Ence. Las sicav Currelos De Inversiones, Invesbra 2001 y ACE Global son las más afectadas, según los datos proporcionados por Finect. Currelos De Inversiones, sicav gestionada por Santander, es la más expuesta, con un peso en cartera del 5,67% y una inversión de 3,4 millones de euros, según los últimos datos disponibles, correspondientes a cierre de 2018. No obstante, este vehículo de inversión ya redujo su exposición a la firma respecto a la primera mitad de 2018, cuando el peso de la papelera ascendía al 7,14% de su cartera.

La sicav Invesbra 2001 también ha reducido sus posiciones en Ence, que pasaron del 5,28% en la primera mitad de 2018 al 4,4% en la segunda. En tercer lugar se sitúa ACE Global Sicav, gestionada por Urquijo Gestión (una de las gestoras de Sabadell) que ha limitado su exposición desde el 5% al 4,09%.

No obstante, a finales de 2018, algunos fondos optaron también por elevar su apuesta por Ence. Algar Global, gestionado por Renta 4, elevó el peso de la firma en su cartera del 1,33% al 2,88%, mientras que sicav Syriane Capital, gestionada por Bankinter, introdujo a Ence en su cartera en el segundo semestre, con una exposición del 1,93%.scendía al 1,93%.

Fuente: El País