MÁS INFORMACIÓN

A la ciudad menos asequible del mundo para comprar una vivienda y con la plaza de aparcamiento más cara del planeta, se suma ahora el edificio de oficinas más costoso del globo. Hong Kong, una de las metrópolis con mayor desigualdad de Asia, no cesa de incorporar unos títulos que para buena parte de los residentes no suponen algo de lo que presumir sino más bien una contribución a tener que apretarse el cinturón cada vez más para afrontar los estratosféricos precios de la vivienda. Hoy, el multimillonario hongkonés y propietario de CK Asset Holdings, Li Ka-shing, ha batido récords con la venta del quinto rascacielos más alto de la ex colonia británica –The Center– por 5.150 millones de dólares (4.419 millones de euros) a otro consorcio empresarial.

Con 73 plantas y en pleno centro financiero de la isla de Hong Kong, esta afilada construcción -parte del escenario de la película de Batman “El Caballero oscuro”- ha sido adquirida por CHMT Peaceful Development Asia Property Limited, una compañía cuyo accionariado pertenece en un 55% a la empresa China Energy Reserve & Chemicals Group (CERG), según informaron fuentes cercanas al diario South China Morning Post. Constituida en las Islas Vírgenes y creada específicamente para llevar a cabo esta transacción -la mayor del mundo sobre este tipo de edificación según el diario Financial Times-, la firma pertenece en un 45% restante a un grupo de empresarios hongkoneses.

Pese a compartir la propiedad, la compraventa de este megabloque ha vuelto a poner sobre la mesa el cada vez mayor interés de los empresarios e inversores de la China continental en los bienes inmuebles de la Perla de Oriente. «La demanda de los (chinos) continentales sigue siendo fuerte y los controles de salida del capital no pueden ser tan estrictos como muchos inversores piensan», escribió en un comunicado Raymond Cheng, director de investigación de propiedades de Hong Kong y China en CIMB Securities. «Esperamos que esta transacción establezca un punto de referencia para futuras transacciones de oficinas», agregó.

En ese sentido, la operación de este jueves ha superado a la del lote comercial que el Ejecutivo de Hong Kong vendió a principios de año al grupo Henderson Land -propiedad del segundo hombre más rico de la ciudad, Lee Shau-kee-, por 2.983 millones de dólares (2.560 millones de euros), una señal más de que no se ha producido ninguna desaceleración en el mercado inmobiliario como algunos analistas aventuraban. Por el contrario, los rascacielos de la metrópolis cuentan con los alquileres más altos del mundo, según un informe de Knight Frank. Dicho estudio apunta a que los costos de arriendo son cuatro veces mayores que en Singapur y estima que ese aumento del alquiler continuará siendo fuerte debido a la afluencia de inquilinos de la China continental, un hecho que favorece una burbuja inmobiliaria que a su vez incrementa el precio de la vivienda ahogando a muchos de sus residentes.

Algunos ejemplos de esta tendencia son el de la aseguradora más grande del país, China Life Insurance Co., que en noviembre del año pasado se hizo con la torre de oficinas One Harbour Gate de Wheelock & Co.; o el de China Evergrande Group, el segundo desarrollador más grande del gigante asiático, que en la misma fecha adquirió la Mass Mutual Tower a Chinese Estates Holdings.

Sin embargo, mientras unos consideran que son solo las empresas chinas las interesadas en hacer negocio, en este caso ha sido el holding empresarial de Li Ka-shing, CK Asset, el que ha aprovechado la potente demanda china de inmuebles de oficinas para colgar el cartel de vendido después de atraer a compradores de la talla del Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), uno de los prestamistas estatales más grandes de la parte continental.

Li, conocido como el “supermán” de Hong Kong por el amplio abanico de sectores con los que trabaja -desde cadenas de supermercados a instalaciones portuarias-, sabe de récords y el año pasado también se adjudicó la segunda venta más alta del mundo cuando vendió por 2.950 millones de dólares (2.530 millones de euros) el complejo Century Link en Shanghái a la compañía con sede en Singapur ARA Asset Management. Mientras Hong Kong continúa sin tocar techo en los precios de la vivienda, los neones de los 346 metros de altura del rascacielos The Center emitirán señales de que el mercado inmobiliario está al rojo vivo.

Fuente: El País