Para crear algo nuevo hace falta imaginación. Si eres humano, claro. Si eres una máquina, necesitas algunos algoritmos y mucho entrenamiento. Con esto, puedes llegar a crear paisajes hiperrealistas a partir de dos líneas mal hechas en Paint. Una línea azul puede convertirse automáticamente en un río o una cascada; un borrón marrón, en una cordillera; y una mancha morada, en un cielo nublado. Estos son los logros que ha conseguido una inteligencia artificial desarrollada por la empresa Nvidia, conocida por el diseño de chips para ordenador destinados al desarrollo de algoritmos (y videojuegos), que traduce trazados erráticos en paisajes de ensueño que no existen en el mundo real.

Para conseguirlo, la clave está en desarrollar redes generativas antagónicas. Se toman dos redes neuronales (es decir, modelos matemáticos simplificados del cerebro) y se las enfrenta mutuamente en un juego digital. A ambas se las entrena con el mismo conjunto de datos. La red generativa tiene la tarea de crear variaciones en las imágenes que ya ha visto. La segunda red, conocida como el discriminador, debe identificar si la imagen que está viendo pertenece a las originales si es una imagen falsa producida por su compañera. Con el tiempo, a la red generativa se le da tan bien producir imágenes nuevas que a su pareja discriminadora le resulta imposible detectar la falsificación. Cuando esta segunda red es incapaz de diferenciarlas, se asume que los humanos tampoco serán capaces de encontrar la diferencia.

El sistema que propone Nvidia se llama GauGAN, un juego de palabras entre red generativa antagónica —GAN, en inglés— y el pintor francés posimpresionista Paul Gaugain. Su objetivo es pintar una imagen como lo haría un ser humano. Además, el multimodal: si dos usuarios distintos dibujan lo mismo, el software creará resultados diferentes en tiempo real. Nvidia lo ha entrenado utilizando un millón de imágenes de Flickr. Con esta sabiduría, el programa puede sintetizar cientos de miles de elementos naturales y su relación con otros objetos. Por ejemplo, es capaz de deducir el reflejo en un lago si dibujas un árbol en la orilla.

Sus creadores aseguran que puede abrir todo un mundo nuevo al diseño de videojuegos e incluso de escenarios para películas. Sin embargo, remarcan algunos aspectos que se han propuesto mejorar antes de habilitarlo para el público. Por ejemplo, son conscientes de que los límites entre objetos no son perfectos. Si se observa detenidamente, hay una línea delgada que los separa.

Las redes generativas antagónicas han demostrado ser extremadamente eficaces para falsear la realidad. Son también estas redes las que se utilizan para crear rostros de personas que no existen. Este tipo de algoritmos están evolucionando muy rápidamente con la expansión de los deepfakes. Hace unos meses, Buzzfeed creó de la nada un vídeo de Barack Obama hablando sobre fake news utilizando inteligencia artificial. El objetivo era demostrar cómo de fácil es hacer decir al expresidente de los Estados Unidos lo que tú quieras y alertar a los ciudadanos de la cantidad de imágenes falsas que vemos al final del día y que tomamos como reales. La inteligencia artificial, mediante el uso de las redes GAN, se usa cada vez más para falsificar imágenes o vídeos con resultados increíblemente realistas.

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Fuente: El País