
España ingresó 1.806 millones de euros menos de lo que debía en la recaudación del IVA de 2017 debido al fraude, la evasión fiscal o a errores de cálculo. La pérdida, del 2,4%, es una de las menores en la Unión Europea, cuyos países registran de media un agujero fiscal en la recaudación del impuesto del 10,1%. Estos datos se desprenden de un informe anual, publicado por la Comisión Europea, que mide la diferencia entre lo que tendrían que haber ingresado los Estados por este tributo indirecto y lo que finalmente recaudaron.
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En total, los Veintiocho dejaron de ingresar 137.470 millones de euros en 2017, un 11,2% de lo que tenían que haber recaudado. Esto significa que más de uno de cada diez euros en IVA no llegó al fisco. La brecha, sin embargo, se ha reducido con respecto a 2016, cuando ascendió a 145.428 millones de euros, el 12,2% de la recaudación prevista.
Las pérdidas se deben principalmente al fraude o la evasión fiscal, pero también a quiebras, procedimientos de insolvencia o incluso fallos de cálculo. La dimensión del agujero fiscal es un modo de medir la eficacia de los sistemas de recaudación de los Estados, según la Comisión.
En ese sentido, España fue el quinto país de la UE con la menor brecha en 2017 tras reducirla desde el 2,8% de 2016 (2.024 millones de euros). Solo Chipre (0,6%), Luxemburgo (0,7%), Suecia (1,5%) y Malta (1,6%) fueron más efectivos al recaudar ese impuesto. El salto de España es todavía más notable al echar la vista atrás, ya que partía de una pérdida de recaudación equivalente al 12% en 2013 (8.149 millones), que bajó al 9% en 2014 (5.994 millones) y al 4% en 2015 (2.897 millones).
En el lado opuesto, los países con el mayor agujero en 2017 fueron Rumanía (36 %) y Grecia (34%), aunque en términos absolutos las arcas de Italia fueron las más perjudicadas: dejaron de ingresar 33.500 millones de euros.
Por otro lado, el Ejecutivo comunitario calcula los ingresos potenciales que han perdido los países por aplicar exenciones y tipos reducidos, en lugar de fijar un tipo único para todos los bienes y servicios. En el primer apartado, España se mantiene como el país de la UE que más ingresos potenciales dejó de recaudar en 2017 debido a las exenciones (46,6%), lo que Bruselas achaca a que en las Islas Canarias, Ceuta y Melilla se aplican otro tipo de impuestos indirectos. En el conjunto de la UE, la media es del 35%. A España le siguen de cerca el Reino Unido (44,3%) y Bélgica (41,3%). En cuanto a la aplicación de tipos reducidos, estos hacen que España deje de ingresar un 13,1% de lo que podría obtener si no existiesen, por encima de la media del 9,6%, pero lejos del 26,6% de Chipre o del 16,46% de Malta.
La Comisión insiste en que, si bien la brecha del IVA se ha reducido progresivamente en los últimos cinco años, es necesaria una reforma del sistema de recaudación de este impuesto, en particular para reducir las pérdidas por fraude. Estas se estiman en 5.000 millones de euros anuales. En 2017, el Ejecutivo europeo propuso cambios para adaptar unas normas comunitarias que datan de hace 25 años a la realidad empresarial, pero todavía no cuentan con el visto bueno de los Estados.
Fuente: El País