Una de las cotizadas más generosas con el accionista es Endesa. La compañía repartirá 1.408 millones en concepto de dividendo con cargo a los resultados de 2018. Es decir, entre sus planes se encuentra distribuir como mínimo 1,33 euros por acción, importe que fraccionará en dos pagos. De esta cantidad, el 70%, unos 986 millones, irán a parar a manos de su principal accionista, la italiana Enel. Una de las señas de identidad de la empresa que preside Borja Prado es su política de dividendos, pues reparte el 100% de su beneficio entre los accionistas.

Esta estrategia, no obstante, tiene los años contados. En la presentación del plan estratégico, una de las novedades fue el anuncio del recorte del pay out (porcentaje del beneficio que reparte entre sus accionistas) que pasará del 100% al 80%. Eso sí, para llegar a este punto habrá que esperar a 2021. Con esta rebaja, la compañía tiene previsto destinar 5.940 millones de euros a premiar la fidelidad del accionista en los próximos cuatro ejercicios y todo ello en efectivo.

El cambio efectuado en la política de dividendos obedece a los planes de la empresa de adaptarse al nuevo perfil de crecimiento en donde las inversiones ocuparán un papel destacado. Hasta 2021 Endesa tiene previsto destinar cerca de 5.000 millones a inversiones.

Ángel Pérez, analista de Renta 4, valora de manera positiva estos cambios y señala que, con recorte incluido, el principal atractivo de la eléctrica española sigue siendo su política de retribución al accionista. El experto apunta que repartir el 100% del beneficio entre los accionistas es una estrategia que si bien a simple vista puede resultar atractiva, a la larga se traduce en la ausencia total de crecimiento. “Los cambios anunciados por Endesa se traduce en sustituir la retribución al accionista por la revalorización de los activos”, remarca Pérez.

La rentabilidad por dividendo de Endesa es de las más elevadas de la Bolsa española. Este ejercicio se sitúa en el 6,8%. Los cálculos que manejan desde Renta 4 fijan en el 6,9% la rentabilidad para 2021. Es decir, con las modificaciones acometidas, tanto el pay out como la rentabilidad por dividendo sigue siendo superior a sus comparables.

El plan estratégico de la compañía busca adaptarse al nuevo entorno regulatorio marcado por el cierre de las plantas de carbón (está previsto para 2025) y de las centrales nucleares (el Gobierno quiera que sea efectivo en 2030). Estas son precisamente las dos vías de generación eléctrica con las que cuenta Endesa, una empresa cuya actividad se limita a España. Es decir, la compañía está abocada a sustituir la capacidad que va cerrando por otras fuentes de energía si quiere seguir operando en el mercado español. Es aquí donde las energías renovables ocupan un papel destacado. De acuerdo a los contenido en la estrategia para los próximos cuatro años está previsto que Endesa destine 2.000 millones a la inversión en energías limpias, un 122,2% más que los 900 millones del anterior plan estratégico.

Asimismo, se instalarán 1,9 gigavatios (GW) en renovables a fin de mejorar los márgenes integrados y lograr mayores precios de la electricidad que redunden un alza del beneficio bruto de explotación (ebitda). Las estimaciones recogidas en el plan apuntan a que la compañía conseguirá elevar de manera paulatina su ebitda desde los 3.500 millones esperados para 2018 a los 4.000 millones con los que cerrará 2021 mientras el beneficio neto se situará en los 1.800 millones. La firma de análisis Kepler señala que con estas medidas “la compañía vuelve a su modelo de crecimiento” y, que si bien sus previsiones de beneficio para 2021 se sitúan un 2% por encima del consenso de Bloomberg, están entre un 6% y un 12% por debajo de las cifras que prevé la propia compañía. Es decir, a cierre de 2021 el resultado de la compañía rondaría los 1.692-1.584 millones.

Mantener los títulos en cartera

El 50% de los analistas consultados por Bloomberg aconseja mantener títulos de la compañía en cartera. Renta 4 es una de las 13 firmas de análisis que se decantan por esta opción y fija como precio objetivo los 21,13 euros por acción. Es decir, le otorga un potencial del 4,5%, en línea con el consenso.

Por su parte, el 38,5% recomienda comprar títulos de Endesa frente al 11,5% que se decanta por vender.

Kepler aprovechó la presentación del plan estratégico para elevar el precio objetivo desde los 20,5 euros a los 22,2 euros por acción. Los expertos de la firma señalan que la reducción del pay out no afectará a la cotización de la compañía, que en lo que va de año sube un 17,2%.

Fuente: El País