Endesa ha firmado este martes por la mañana el protocolo para el cierre paulatino de las centrales nucleares con Empresa Nacional de Residuos (Enresa) que ya habían firmado la semana pasada Iberdrola y Naturgy. Sin embargo, por la tarde se negó a hacerlo en la asamblea de accionistas de la central de Almaraz al considerar que sus socios (Iberdrola y Naturgy) querían imponer unas exigencias que no estaban contempladas en el acuerdo de alargamiento de las dos plantas de la nuclear. Esta debe de hacerse antes de que expire el plazo el 31 de marzo. No obstante, los tres socios volverán a negociar el próximo 19 de marzo.

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Las tres eléctricas socias en Almaraz —Iberdrola (53%), Endesa (36%) y Naturgy (11%)—, que no lograron ponerse de acuerdo tras siete horas de reunión, deben decidir las condiciones para la renovación del permiso de explotación de los dos reactores de la central extremeña de acuerdo al protocolo firmado con la empresa de residuos.

Según la hoja de ruta acordada, el reactor Almaraz 1 se parará no antes de 2027, mientras que el segundo de sus reactores lo haría un año después (2028). En concreto, supone que los dueños de la central cacereña deben pedir 7,4 años más, a contar desde abril de 2020, en que expira la licencia, para el primer reactor y 8,3 años para el segundo. Por eso, el próximo 31 de marzo es la fecha límite marcada para tomar la decisión al respecto, bajo la amenaza para las energéticas de enfrentarse a una sanción.

Desacuerdo

Según fuentes de Endesa, sus representantes no quisieron plasmar su conformidad al no estar de acuerdo con las pretensiones de Iberdrola y Naturgy de realizar solamente las inversiones recurrentes para mantener el funcionamiento durante los años de ampliación y no excesivas. Endesa sostiene que las inversiones las debe decidir el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y no los propietarios, como dicen sus socios en la central.

A su juicio, nunca se han puesto pegas a las condiciones que ha dicho el CSN, que fijaba las inversiones y revisiones que tenía que hacer la planta para poder seguir operando por ese periodo al dar la autorización. En ese sentido, Endesa ha mostrado su deseo de incluir una cláusula que le permita desistir en un futuro y subrayado que se incluyera en el acta que pretenda ampliar la vida útil hasta los 10 años y no los 7,4 y 8,3 que se recogen.

Fuente: El País