Proeduca no es una empresa muy conocida, pero es la cabecera de un grupo de 19 sociedades en España y Latinoamérica que sostiene la única Universidad española, en este caso 100% online, que cotiza en Bolsa: la Universidad Internacional de La Rioja (Unir). Su salida al MAB la semana pasada fue todo un bombazo: sus acciones se sitúan ya un 59% por encima del precio de partida y valoran la firma en 356 millones. En el folleto de emisión, Proeduca desnuda sus cuentas y deja ver que es una máquina de hacer dinero aunque no destaque en los rankings de calidad académica: 111 millones de facturación por impartir a través de Internet 136 títulos entre oficiales (94) y propios (42) a 33.400 estudiantes. Tiene una liquidez envidiable: 53 millones invertidos en fondos de inversión y 17 millones en cuentas corrientes; y el año pasado pagó un dividendo récord de 15 millones. Todo lo ha conseguido en apenas 12 años de vida.

¿Cómo? La Unir no posee activos físicos: su sede de Logroño, de 5.370 metros cuadrados, y sus oficinas de Madrid son alquiladas. Pero una semana cualquiera del año puede llegar a impartir en sus aulas virtuales 1.600 clases en directo y 50 magistrales. En 2017 realizó 200.000 exámenes y los alumnos defendieron 9.700 trabajos en 20 sedes que se alquilan normalmente en hoteles.

Detrás del milagro está el casi desconocido empresario catalán Miguel Tomás Arrufat Pujol, dueño del 82%. “El grupo lleva 20 años funcionando, comenzó con varios centros de formación”, recuerda Rubén Stein, presidente de la compañía y exdirectivo de The Chase Manhattan Bank en España. “Miguel quiso hacer una apuesta pionera, no había ninguna universidad 100% online. Su principio es que la educación debe servir para mejorar la calidad de vida de la gente, y hay muchas personas que trabajan y que no pueden acceder a una formación superior. Su éxito fue detectar esa potencial necesidad social y empezar a cubrirla”.

Licenciado en Filosofía, Arrufat fue durante 25 años consejero delegado de la editorial Magisterio Español y antes había trabajado en empresas del sector avícola. Se ha sabido rodear de personas con perfil variado: en el consejo se sientan consultores, directivos, exdirectivos de medios de comunicación y la políticos. Carlos Mayor Oreja, hermano pequeño del exdiputado Jaime Mayor, fue presidente de Proeduca entre abril de 2015 y julio de 2018, fecha en que fue citado como investigado en el caso Lezo. Consejero de Educación en la Comunidad de Madrid en los Gobiernos de Alberto Ruiz-Gallardón, Mayor Oreja se ha retirado de la política, sigue investigado en Lezo y es consejero de Proeduca.

Como presidente de la Fundación Unir también está otro expolítico del PP, Luis Alegre, el que fue durante 16 años consejero de Educación de La Rioja y bajo cuyo mandato se dieron las autorizaciones para que Unir comenzase la actividad. ¿Un ejemplo de puerta giratoria? “No puedo trasladar una opinión sobre eso. Ya estaba cuando yo llegué a Proeduca. Entiendo que el grupo considera que es una persona que aporta experiencia”, defiende Stein. La Unir también imparte un máster junto al Instituto Atlántico de Gobierno, la escuela de negocios fundada por José María Aznar, tiene en su comité científico a la exministra de Educación Pilar del Castillo y ha contado con Ruiz-Gallardón entre sus docentes. Destacados miembros del PSOE también están vinculados con la institución. Jordi Sevilla, exministro del PSOE, es el presidente del Consejo Social y Manuel de la Rocha, que fue consejero de Educación en Madrid, está en excedencia.

Como universidad estrictamente online, su principal activo es el profesorado. La Unir tiene 647 docentes propios y 667 externos. Un 38% de la plantilla está contratada de forma temporal y el resto son indefinidos. El 26% tiene contrato a tiempo parcial y un tercio trabaja desde su casa. “Las nuevas tecnologías te permiten llegar a mucha más gente y romper las paredes de las aulas. Este modelo no afecta a la calidad, es normal por el tipo de empresa. Intentamos atraer el mayor talento”, explica Stein. El rector, José María Vázquez García- Peñuela, reconoce que hay un porcentaje bastante grande de profesores a tiempo parcial. “Gran parte de nuestros estudiantes son de máster, programas necesariamente especializados. Encontrar profesores específicos para una o dos asignaturas, a lo sumo, hace que tengamos ese perfil”.

Lo que no es tan habitual es su modelo comercial, en el que los tutores cobran una comisión si consiguen la rematriculación de los alumnos. Además, para captar clientes se promocionan con Google Adwords y Facebook; realizan campañas desde el call center de la empresa y, en algunos casos en Latinoamérica, lo hacen a través de distribuidores que van a comisión. Pero los antiguos métodos, según Stein, no dejan de funcionar. “El alumno está en el centro de nuestro modelo. El éxito del grupo es que la inmensa mayoría de los nuevos estudiantes acuden a nosotros por el boca a boca”, tercia el presidente. La mayoría son anónimas, pero la Unir no destaca precisamente por tener buenas críticas en foros de Internet. “Tenemos miles de alumnos de 90 nacionalidades. Somos una universidad joven, desde luego que habrá muchas cosas que mejorar para mantener los estándares de calidad en lo más alto”, se escuda Stein. La Unir también tiene distintos sistemas de cobro según el país. En España, por ejemplo, suele facturar por anticipado, y en países de Latinoamérica ofrece el abono con cuotas y da otras facilidades. En cualquier caso, tiene mucho éxito: el 10% de las personas que solicitan información acaba pagando la matrícula.

Con una sólida posición financiera (no tiene deuda), Proeduca tampoco tiene especial urgencia por captar liquidez, pero ha salido al MAB, dicen en la empresa, para demostrar transparencia y fortalecer el gobierno corporativo. En el mercado quieren ser atractivos para el accionista, han prometido un dividendo de entre el 50% y el 70% de los beneficios. No parece que vayan a detener su expansión: tienen ya un 15% de Marconi International University de Miami y el 80% de una escuela de posgrado peruana. Ahora el subcontinente les aporta el 35% de los alumnos, pronto serán más. “Se ve en las graduaciones, están encantados”, dice su presidente.

Denuncias de la Universidad pública de La Rioja

La Universidad de La Rioja, pública, lleva años peleando contra la Universidad Internacional de La Rioja (Unir) en los tribunales porque considera que su nombre, Universidad Internacional de La Rioja, causa confusión entre los estudiantes y muchos problemas administrativos de personas que se quieren matricular en una de ellas y acude a la otra. De hecho, ambas tienen su sede en la misma calle, la avenida de La Paz, en Logroño, apenas separadas por 30 números. Una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE impidió el registro de una marca de la empresa en el ámbito comunitario, pero el pasado febrero la Audiencia Provincial de Alicante le dio la razón a la compañía para seguir operando con sus marcas en España. La entidad pública puede recurrir la decisión.

Fuente: El País