Colmillo Blanco suele merodear por la costa californiana. Parece disfrutar de la tranquilidad del santuario marino de la bahía de Monterrey, donde se le ha visto 57 veces durante los últimos ocho años. Pero también ha visitado México. Al menos en dos ocasiones.

Gracias a Happywhale, sabemos de los derroteros de esta ballena jorobada y otras 18.000 de sus congéneres. La base de datos de imágenes de esta plataforma es el fruto del trabajo en que científicos y ciudadanos han colaborado durante los últimos 20 años; una recopilación de las instantáneas tomadas en 41.585 encuentros con distintas especies de cetáceos.

  • ¿Y tú de quién eres?

Las ballenas llevan su DNI en la cola. La combinación de sus formas, manchas y cicatrices permite diferenciar a cada individuo del resto de sus semejantes. El objetivo de Happywhale es monitorizar las rutas de cada uno de estos mamíferos marinos por los océanos del mundo. «Los científicos solo pueden estar en un sitio a la vez. Al aprovechar el poder de millones de observadores de ballenas, podemos expandir exponencialmente nuestro conocimiento científico», explican.

Aunque este quién es quién de la vida marina empezó como un lento trabajo de comparación manual. Ahora mismo Happywhale tira de procesamiento automático de imágenes para comparar las nuevas fotos con las almacenadas en colecciones científicas, con lo que mejoran en precisión y eficiencia.

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  • Puesta a punto

Este es el sistema que la organización se ha propuesto mejorar a través de una competición en Kaggle. La plataforma de retos de data science acogerá durante los próximos tres meses un desafío destinado a desarrollar un algoritmo para identificar a las ballenas jorobadas -que son, con diferencia, la especie más avistada-, utilizando la base de datos de Happywhale que ahora mismo cuenta con más de 25.000 imágenes descritas.

Los cinco grupos que obtengan los mejores resultados en este reto, al que ya se han apuntado más de 200 equipos, se repartirán 25.000 euros en premios y la satisfacción de haber contribuido al enriquecimiento de nuestra comprensión de las poblaciones de mamíferos marinos del mundo entero. La competición terminará el 21 de febrero del inminente 2019.

Además, los colaboradores que contribuyen a aumentar los registros de Happywhale con sus fotos quedarán eternamente vinculados a sus cetáceos: según sigan dándose nuevos avistamientos recibirán actualizaciones de la plataforma. Que además permite hacer follow a otros individuos, como si de Twitter se tratara, pero cambiando el griterío de los humanos por el canto de las ballenas. Y sin bots.

Fuente: El País