El presidente de Nissan y consejero delegado de Renault, Carlos Ghosn, ha sido detenido este lunes en Tokio por evasión fiscal, tras haber ocultado al fisco parte de sus millonarios ingresos durante años. El directivo, de 64 años, que también dirige la firma Mitshubishi, ha sido interrogado por la Fiscalía japonesa después de una denuncia de la propia empresa y ha sido arrestado. El caso, que salpica también a otro alto cargo de la empresa, Greg Kelly, también detenido, es fruto de una investigación interna realizada a raíz de testimonios de empleados, según ha informado Nissan en un comunicado. Las acciones de Renault en la Bolsa de París se desploman más de un 10%.

“En base a un informe de informantes, Nissan ha llevado a cabo una investigación interna durante los últimos meses, relativa a irregularidades cometidas por el presidente Carlos Ghosn y el ejecutivo Greg Kelly”, dice la empresa. Dicha investigación mostró que “durante muchos años” Ghosn y Kelly han estado informando a las autoridades bursátiles de Tokio de cantidades inferiores a las reales, “de cara a reducir el importe de las compensaciones recibidas”. Nissan informa también de que Ghosn usó en su beneficio otros “activos de la empresa” y cometió, al igual que Kelly, otras irregularidades. Ha sido la propia Nissan la que ha informado a la Fiscalía japonesa, afirma la empresa.

Ante los presuntos actos delictivos cometidos, el consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa, propondrá al consejo de administración la destitución de Ghosn y Kelly. El año pasado, Ghosn cobró 9 millones de dólares (7,9 millones de euros) solo en calidad de consejero delegado de Renault. La paga fue objeto de controversia y de rechazo por parte de los accionistas.

Salvador de Nissan

Ghosn, brasileño de nacimiento, de ascendencia libanesa y ciudadano francés, comenzó su carrera en Michelin, desde donde pasó a Renault. En 1999 se unió a Nissan después de que Renault comprase una participación de control en la firma japonesa, de la que se convirtió en consejero delegado en 2001. Se le considera artífice de la resurrección de Nissan tras rozar la bancarrota y también la persona que consiguió reflotar Renault, participada por el Estado, en los 90. Su figura como mandatario es considerada crucial para ambas empresas, en un momento en que la industria del automóvil se enfrenta a desafíos sin precedentes, como la emergencia del coche eléctrico, el autónomo e incluso el declive de la propiedad de los vehículos con los servicios de coche compartido, en unas ciudades que intentan reducir su contaminación y la presencia de coches en sus calles.

Fue también uno de los primeros directivos que apostó por la globalización en el sector del automóvil, con la firma de una alianza estratégica entre Renault y Nissan, a la que se unió Mitsubishi en 2016. Renault posee un 43% de la firma nipona, mientras que esta tiene una participación del 15% del grupo francés, merced al acuerdo alcanzado hace cerca de 20 años en la que también se incluye la firma Mitshubishi. Hace unos meses, incluso se anunció que ambas empresas estudiaban una fusión, que Ghosn estaba pilotando. Entre ambas marcas, vendieron algo más de 10 millones de coches en 2017.

Fuente: El País