Las Bolsas de Europa (y de todo el mundo) han vuelto a bailar al son que marca Wall Street. El Ibex ha puesto a prueba sus propios resortes con una caída del 1,69%, la mayor desde el 29 de mayo, que le ha permitido salvar por la mínima los 9.000 puntos aunque no ha hecho sino que profundizar los descenso a mínimos de 2016. Todo ello después de que ayer el S&P 500 y el Dow Jones cediesen más del 3% y el Nasdaq cayese el 4% en su peor sesión desde el brexit.

Los recortes en Nueva York lastraron ya de madrugada a las Bolsas asiáticas. Y, en la apertura, el Ibex llegó a caer un 2%, en consonancia con el resto de grandes índices europeos. Sin embargo, la publicación del dato de inflación de octubre dio un respiro, momentáneo, a los inversores.

La inflación —el dato más esperado por los inversores, pues es la principal guía para que la Fed tome sus decisiones de tipos— ha repuntado menos de lo esperado, al 2,3% frente al 2,7% del mes anterior. Por su parte, las peticiones de desempleo han subido de  7.000 a 214.000, según el dato adelantado de octubre. Aunque resulte paradógico, los inversores celebraban que la economía estadounidense no avanza tan rápido como lo previsto (y diese tantas muestras de sobrecalentamiento), la inflación no esta desbocada y la Fed no tendrá que acelerar su plan de subida de tipos.

El alivio fue momentáneo. Pues el presidente de EE UU, Donald Trump, tomó la palabra para cargar contra la Fed por segunda vez en 24 horas. Llamó a la política de tipos de interés «ridícula» y que acusó que encarecía a su Gobierno la financiación del déficit. Unas horas antes aseguró que el organismo presidido por Jerome Powell «se había vuelto loco».

Las Bolsas retomaron inmediatamente las pérdidas, con el Dow Jones cayendo un 1% al cierre de los mercados europeos. El Cac, el Ftse y el Mib cae un 1,9%. Y el Dax, un 1,4%. Paralelamente, la volatilidad se ha disparado. El índice VIX, que mide los altos y bajos del S&P 500, ha subido un 50% hasta alcanzar los máximos de marzo, por encima de los 23 puntos. En febrero alcanzó los 37 puntos, cuando el bono estadounidense superó por primera vez el 3% y Wall Street cayó a plomo.

La rentabildad del bono a 10 años estadounidense, cuya escalada a máximos de 2011 atenazó ayer a las Bolsas y a las tecnológicas especialmente, ha moderado su alza y se queda en el 3,15%. El euro sigue fuerte frente al dólar y apunta a recuperar los 1,16 billetes verdes,

El temor a un frenazo económico mundial, sumado a las perspectivas de subidas de tipos en Estados Unidos y al repunte de las rentabilidades de la renta fija han desencadenado la tormenta. En Europa, se añade el foco de inestabilidad italiano, con el tira y afloja del Gobierno (coalición de ultraderecha y antisistemas) con Bruselas para fijar los objetivos de déficit.

A pocos días de que finalice el plazo (el día 15 de octubre) para que los Estados europeos presenten sus cuentas de 2019 a Bruselas, continúa el nerviosismo sobre Italia. El ministro de Economía del país, Giovanni Tria, insiste en llamar a la calma y ha señalado que hará todo lo posible para recuperar la confianza del mercado. Pero los inversores no se fían y cuestionan no solo las previsiones de déficit, sino las mismas previsiones económicas que sustentan el Presupuesto. En España, el Ejecutivo ha cerrado un acuerdo con Podemos para presentar las cuentas de 2019. 

En momentos de inestabilidad en las Bolsas, el dinero huye a aquellos activos refugio. Así, el oro sube un 1% hasta superar los 1.200 euros por onza. Al mismo tiempo, el bono alemán a 10 años, otro de los activos refugio, cae al 0,54%, al tiempo que sube su precio.

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La deuda española el bono español baja este jueves su rendimiento en cuatro puntos, lo que deja la prima de riesgo prácticamente estable, en 108 puntos. La prima italiana, por su parte, sube a 307 puntos, 10 más que ayer, al subir la rentabilidad del bono.

En cuanto a las materias primas, el petróleo Brent se deja un 2,7% hasta 80,8 dólares el barril.

Fuente: El País