Las correcciones sufridas en las últimas sesiones no consiguen empañar el buen comportamiento registrado por la Bolsa en este inicio de año. El Ibex 35 retrocedió un 0,16%, lastrado por la banca, Telefónica y unos datos macoeconómicos en la zona euro que vuelven a constatar la desaceleración de la economía. A pesar de este tropiezo el balance de mes resulta alentador y más después de las caídas experimentadas en la recta final de año.

El selectivo cierra enero con un ascenso del 6%, subida que confirma al primer mes de 2019 como el mejor desde marzo de 2017 (9,5%). Si nos remontamos al comienzos de ejercicio, el de este año es el mejor desde 2011, cuando el índice se anotó un 9,6%.

La parte mala de esta remontada es que ha venido acompañada de un bajo volumen de negociación, algo que lleva a muchos a desconfiar de la idea de que estas subidas puedan tener recorrido. La media de volumen negociado en enero es de 1.874,98 millones, un 19% menos que la media del mismo periodo del año anterior (2.312 millones).

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La estela alcista no se circunscribe al Ibex 35 sino que se extiende al resto de Europa. Los inversores optaron en enero por sacudirse los miedos y pese a que las cifras macroeconómicas que se publicaron a lo largo del mes constataron un frenazo de la economía, las esperanzas depositadas en el acercamiento entre EE UU y China y la actitud de los bancos centrales fueron suficientes para insuflar los ánimos de los inversores.

Por encima del Ibex 35 se situó el Mib italiano que rebotó un 7,68% en el mes. La relajación de las tensiones políticas, aunque sea por el momento, y el respiro a su sistema financiero tras la intervención del BCE al banco Carige contribuyeron a la recuperación y todo ello a pesar de que la economía italiana cerró el cuatro trimestre del año en recesión técnica tras caer un 0,2%. El Dax alemán suma un 5,82% en enero; el Cac francés, un 5,54% mientras el FTSE británico, pendiente de las negociaciones para el Brexit (ninguna de las opciones están descartadas) subió un 3,58%.

Mejor desempeño aún es el registrado por Wall Street, que en la recta final del mes contó el respaldo de una Reserva Federal que aseguró el jueves que no tiene prisa para subir los tipos. Esto fue suficiente para que el Dow Jones (7%) firmase su mejor arranque de ejercicio desde 1989 (8%); el S&P 500 subiera un 7,8%, el mejor comienzos desde 1987 (13,2%) y el Nasdaq se anotara un 9,69%, cifra que supera el ascenso del 12,2% que se anotó en 2001.

Dentro del Ibex 35, hasta 22 cotizadas suben más que el índice, nueve de las cuales se anotan ascensos superiores al 10%. Ence, el recién llegado al selectivo brillan con luz propia, y repunta un 23,5%. Unos avances que obedecen a dos factores: por un lado los fundamentales de la empresa y el buen momento que vive el sector papelero, y por otro, la entrada de los fondos indexados en el valor que construyen una posición equivalente al peso del valor en el índice. Por detrás se sitúan Siemens Gamesa (16,3%) y CIE (14,3%). El fabricante de aerogeneradores contó en la últimas jornadas con el aliciente de los resultados. La compañía logró salir de pérdidas en el primer trimestre de su ejercicio fiscal. CIE, por su parte, (12,45%) se vio respaldo por un enfriamiento de las tensiones comerciales, algo que también se dejó sentir en valores como ArcelorMittal (11%) y Acerinox (9,72%).

Entre las cotizadas que suben más de un 10% está BBVA (11,53%) y todo ello a pesar del escándalo de espionaje en el que se ha visto envuelto. Desde Self Bank esperan que la entidad reporte un mayor incremento en sus cuentas, fruto de la venta de su filial chilena y de otros ajustes.

Solo cuatro cotizadas del selectivo escaparon a corriente alcista. Bankinter cedió un 2,99%; Bankia, un 0,78%; Grifols, un 0,66% y Sabadell, un 0,11%.

Más espectaculares son los ascensos registrados en el mercado continuo en donde cuatro firmas suben más de un 100%, compañías todas ellas que se caracterizan por ser chicharros. Es decir, fimas de baja capitalización. Aquí se engloba Berkeley (203,8%), las acciones de Abengoa tipo B (135,3%), Urbas (129,4%) y Audax (109,3%).

Los inversores que apostaron por la deuda también se apuntaron a las ganancias. La rentabilidad del bono español a 10 años cae al 1,19% desde el 1,4% de finales de 2018 y la prima de riesgo se relaja hasta los 105 puntos básicos. La deuda italiana pasa del 2,5% al 2,43%.

El Brent, por su parte, sube un 15% en enero y se sitúa al filo de los 62 dólares.

Fuente: El País