Javier Marín (Madrid, 1966) ha estado cinco años «en la cuneta», como él definió el tiempo que estuvo fuera de la banca.  El que fuera consejero delegado del Santander hasta noviembre de 2014 (puesto que abandonó con la llegada de Ana Botín, presidenta del Santander, después de haber sido nombrado por su padre Emilio Botín), ha presentado su nuevo proyecto financiero: Singular Bank.

La entidad, que mantendrá su denominación actual de Self Bank para los servicios digitales, combinará una oferta de banca privada para clientes con más de medio millón de euros y servicios de inversión a través del móvil o Internet para clientes digitales «sin una exigencia mínima de capital, pero que sean activos con sus ahorros», en palabras de Marín.

En un momento en el que los bancos no encuentran inversores y sus cotizaciones caen en Bolsa por la baja rentabilidad, la aparición de una nueva entidad es una gran novedad. Singular Bank pertenece en un 90% al fondo de capital privado estadounidense Warburg Pincus, un 5% a Marín y el otro 5% al resto de los directivos.

Espera «comenzar a ganar dinero» a finales de 2022, según su consejero delegado. El que fuera número dos del Santander ha pronosticado que el banco seguirá perdiendo dinero en 2020 y 2021, si bien espera entrar en cifras positivas «a finales del siguiente año». «La pérdida de dinero no me preocupa, también Amazon está perdiendo dinero y sigue creciendo. Lo que me preocupa es que no se perciba como una entidad distinta capaz de llegar a los clientes potenciales», ha resaltado.

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El banco tiene 41 banqueros privados y tres oficinas: Madrid, Sevilla y Zaragoza. Prevén seguir creciendo pero no ha dicho cuántas sucursales abrirán. Marín admitió que sus nuevos clientes procederán de otras entidades, de aquellas «que no han percibido que han cambiado la formas de relación» y que «mantienen aplicaciones del siglo XX, poco flexibles y eficientes». Respecto a su pasado, dijo que Singular Bank tendrá algunas similitudes con Banif en cuanto a sus plataformas preparadas para ayudar al cliente en el diseño de las inversiones.

Devolución de la prejubilación 

Tras abandonar el Santander, Marín tenía derecho a 800.000 euros anuales hasta su jubilación. Sin embargo, optó por cobrar esta cantidad de una sola vez, es decir, todos sus derechos de prejubilación en un solo pago por los 23 años de trabajo como director general de la entidad, según ha explicado tras la presentación. Este dinero exigía que no compitiera contra el Santander, algo que se consideró que hizo en el verano de 2018 cuando entró en el capital de Self Bank. Tras negociaciones con el Santander, en 2019 devolvió «una cifra cercana a los siete millones de euros de la prejubilación cobrada», comentó, que corresponde a los años que le quedaban por cobrar hasta su jubilación. Marín tiene ahora 53 años.

Respecto a una eventual salida a Bolsa, el consejero delegado ha reconocido que «podría ser un tema interesante», aunque ha dado a entender que aún es pronto. Actualmente el banco cuenta con 500 millones de euros en depósitos, 500 millones de euros en valores y 1.000 millones en fondos.

En cuanto a posibles operaciones corporativas, Marín ha pronosticado «oportunidades de consolidación» en el sector bancario, especialmente entre los actores pequeños. «Cuando veamos oportunidades inorgánicas las analizaremos para ver si tienen sentido, financiero y estratégico», ha avanzado.

«El foco es dar un servicio de calidad y distinto donde los clientes se sientan orgullosos de trabajar con nosotros», ha sostenido Marín, que ha fijado el objetivo de «ser el mejor banco de España para cada uno de los clientes».

«Como banco tenemos que brindar una estrategia de 360 grados. Hay que transformar el modelo hacia una plataforma de servicios para darle al cliente soluciones personalizadas basadas en los datos», ha detallado Marín.

En este sentido, Singular Bank ofrecerá tres modelos de relación con el cliente. En primer lugar, el banco contará con la plataforma más digital Self Bank —que conservará la marca— y banqueros en remoto para los clientes más autónomos.

Las otras dos opciones serán las de «asesoramiento singular» con un banquero privado y la «gestión discrecional singular» con soluciones personalizadas. Estas últimas estarán dirigidas a clientes de mayor patrimonio, en torno a medio millón de euros.

En este sentido, Marín ha puesto el foco en el mercado nacional y prevé abrir próximamente una oficina en Barcelona. «Si encontramos un equipo que comulgue con nuestra manera de hacer las cosas abriremos oficina en Barcelona, es un destino importante», ha explicado.

Fuente: El País