El goteo de malas noticias económicas hace mella en Mario Draghi. Una vez más —ya lo hizo el pasado mes de marzo— se ve obligado a posponer el calendario de subida de tipos, un indicador de la preocupación por el agravamiento de la guerra comercial, los débiles datos de crecimiento y la incapacidad de acercar la inflación a niveles cercanos al 2%. El Banco Central Europeo (BCE) descarta ya oficialmente cualquier movimiento en los tipos este año. Y aleja esa decisión, al menos, a la segunda mitad de 2020.

La decisión de Draghi llega en un momento en el que otros bancos centrales del mundo se están moviendo en la misma dirección. El presidente de la Reserva Federal de EE UU, Jerome Powell, abrió la puerta el martes a una bajada de tipos como consecuencia de las tensiones comerciales con China. Australia e India han recortado tipos esta semana. Y Japón podría anunciar nuevas medidas.

«El Consejo de Gobierno espera ahora que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales al menos hasta el primer semestre de 2020 y en todo caso durante el tiempo necesario para asegurar la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a medio plazo», asegura el comunicado hecho público este jueves tras la reunión del BCE celebrada en Vilnius (Lituania).

La banca lleva tiempo protestando por el roto que le provoca en sus cuentas los bajísimos tipos de interés, principal fuente de ingresos en el negocio financiero. Pero lo que Draghi le quita con una mano, se la da con la otra. El BCE ha dado este jueves más pistas sobre la inyección de liquidez para los bancos que anunció en su reunión de marzo. Y este manguerazo de dinero para tratar de asegurar que el crédito fluya a familias y empresas será a tipos negativos, lo que quiere decir que en la práctica el BCE pagará a las entidades que presten a las empresas.

“El tipo de interés para cada operación se fijará en un nivel 10 puntos básicos por encima del tipo medio aplicado a las operaciones principales de financiación del Eurosistema durante toda la vida de la operación”, asegura el comunicado. Dado que la facilidad de depósito está en un territorio negativo del 0,40%, los tipos de esta nueva ronda de financiación se harán al -0,30%.

Fuente: El País