El BBVA tira la toalla en Chile después de mantener presencia activa en este país desde 1988, cuando entró el BBV. La entidad presidida por Francisco González ha recibido una oferta vinculante de su competidor, el banco canadiense The Bank of Nova Scotia (Scotiabank), para comprarle su participación del 68,19% en BBVA Chile y actividades relacionadas, como el negocio de seguros de vida. Le ofrece 2.200 millones de dólares estadounidenses (1.850 millones de euros) y ha declarado que tiene intención de aceptar la propuesta.

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La actividad de financiación de vehículos del Grupo Forum, que continuará siendo propiedad al 100% de BBVA, quedaría fuera del acuerdo, y sería la única actividad de esta entidad en Chile. A este precio, la operación generaría una plusvalía neta para BBVA de unos 640 millones y un impacto positivo estimado en la ratio de capital CET1 fully loaded, el de máxima calidad, de unos 50 puntos básicos.

No obstante, ahora falta conocer la respuesta del socio del BBVA, la familia Said, con la que tiene un pacto de accionistas, ya que es tenedora del 31,62% de las acciones. Si lo desea, los Said pueden comprar las acciones del BBVA al mismo precio que Scotiabank o vender su paquete en BBVA Chile. El proceso se puede demorar algo más de un mes.

El director financiero del BBVA, Jaime Sáenz de Tejada, admitió hace semanas “la escasa rentabilidad” del banco en Chile. La entidad tiene el 6,2% de cuota de mercado, pero solo gana el 4,1% sobre el total del sector.

Terreno de nadie

BBVA Chile tiene un balance de 18.000 millones, con 127 oficinas y 4.000 empleados. Es el séptimo del ranking, justo por detrás de Scotiabank. Los cuatro primeros bancos tienen el 64% del mercado, capitaneados por el Santander, que aglutina el 17,8% de cuota en créditos, según la Superintendencia de Bancos Chilenos. El BBVA Chile ganó 138 millones de euros entre enero y septiembre, un 37,5% más que el año pasado año. Tras Argentina, Chile es el segundo país que más beneficios aporta a la unidad de América del Sur, que genera el 15% de los resultados del banco.

El BBVA estaba en un terreno complicado: tenía escasa cuota de mercado, baja rentabilidad y, a la vez, generaba trabajo y costes por el control financiero, el de riesgos, el cumplimiento legal y la supervisión. “Era una historia de comprar más o vender, pero nunca quedarse como estaba. Aunque es un mercado maduro, Chile es uno de los países más punteros y estables de América Latina. Es una lástima que lo abandone el BBVA”, apunta un experto bancario que pide el anonimato.

El BBVA aprovecha que el Scotiabank sí quiere crecer y ha ofrecido 2,3 veces el valor en libros y 20 veces los beneficios anuales. El BBVA también ha abandonado China, dejó Brasil en 2003, y estuvo a punto de salir de Portugal. Las exigencias de capital empujan a los bancos a dejar geografías en las que no tienen alta cuota y rentabilidad porque no compensa el consumo de recursos propios. Esto hizo el Santander en 2012 cuando abandonó Colombia. Las acciones del BBVA subieron ayer un 0,93% frente al 0,81% que avanzó el Ibex 35.

Fuente: El País