El Banco de España ha ganado la demanda que le presentó su directivo Jorge Pérez, ex responsable de Regulación Contable, al que se le aplicó un despedido disciplinario, por un defecto de forma. La titular del juzgado social número 41 de Madrid considera que la demanda se presentó una vez transcurrido el tiempo máximo permitido por lo que desestima la demanda por una cuestión de caducidad.

Jorge Pérez ha decidido recurrir el auto ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid porque considera que los criterios aplicados por la juez son incorrectos, como informó ayer El Mundo. En el auto, al que ha tenido acceso este diario, se recuerda que el Banco de España es una entidad sujeta al ordenamiento jurídico-privado, “salvo que actúe en el ejercicio de las potestades administrativas conferidas”, cuando se le deberá aplicar el Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas. En este caso, se considera que se debe regir por el Régimen de las Administraciones Públicas por lo que la demanda se ha presentado fuera de plazo.

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No obstante, el auto considera probado asuntos clave, como que la actuación de Pérez “no ha supuesto interferencia ni conflicto de interés con el Banco de España”, una de las principales acusaciones para despedirle. Pérez considera que fue despedido por mantener fuertes divergencias con la alta dirección del Banco de España en el juicio del caso Bankia. En aquel caso dijo que el deterioro de Bankia no era un indicio, sino “una evidencia” y que la salida a Bolsa no recogía la imagen fiel de la entidad, lo que ilustró con metáforas: parecía “oro” y se vendía “a precio de cobre”, señaló, en referencia al descuento de más del 70% con el que salieron las acciones del banco.

Correos que no eran secretos

El auto de la juez también dice que los correos que mandó Pérez “no tenían carácter secreto, confidencial o reservado”. Se le acusó de enviar al periodista Ernesto Ekaizer un correo con la despedida del un alto cargo del supervisor, que se lo difundió en las redes, pero la juez dice que “no contiene ningún dato confidencial”. También dice que se probó que Pérez “siempre desarrolló su cometido de manera eficiente”.

No obstante, la juez afirma que Pérez colaboró con algunas editoriales sin autorización, con lo que podía haber comprometido su imparcialidad, y que utilizó los medios puestos a disposición por el Banco de España y en horario laboral.

Fuente: El País