Hace apenas tres semanas, la consultora Grant Thornton dio un golpe sobre la mesa al anunciar que dejaba de pujar por contratos de auditoría de las grandes compañías británicas del FTSE 350 (las 350 mayores compañías del país por capitalización bursátil). Los mercados interpretaron que la decisión de la quinta firma del sector en Reino Unido obedecía a la imposibilidad de competir con las llamadas big four (Deloitte, PwC, KPMG y EY) y, a su vez, como una forma de reclamar a las autoridades cambios regulatorios que favorezcan la competencia. Sin embargo, el consejero delegado global de la compañía, el sueco Peter Bodin (Gotemburgo, 1965), sostiene que el mensaje iba más allá. “Queremos focalizar el negocio allí donde están las mejores oportunidades”, afirma.

Con su monopatín con las señas corporativas al lado de la silla, Bodin acaba de cumplir 100 días al mando de la firma, la quinta consultora de Reino Unido y la sexta del mundo. El grupo, con presencia en 136 países, rebasó el año pasado los 5.000 millones de dólares (4.038 millones de euros) de facturación, el 4% más que en el ejercicio anterior. Procedente de la filial sueca de la multinacional, Bodin sostiene que sus principales retos consisten en “transformar la compañía tecnológicamente” y “hacerla crecer de forma sostenible”. “Acepté el puesto a causa de todos los cambios que se están sucediendo para las empresas y en el negocio”, explica.

“Una empresa sin igualdad de género no es sostenible”

Otro de los retos que se ha fijado el consejero delegado de Grant Thornton, Peter Bodin, es el de la igualdad de género, lo cual ya consiguió al mando de la filial sueca de la multinacional. “Allí el liderazgo estaba compartido 50/50 y, de hecho, la nueva consejera delegada es una mujer”, dice Bodin. “A largo plazo, no creo que una empresa sea sostenible sin igualdad de género”, asegura el primer ejecutivo de la compañía. Bodin explica que también en Suecia existe el debate sobre la igualdad, puesto que esta no se extiende a “todas las compañías”. “La atracción de talento joven es complicada si no hay ese equilibrio de género. Y hemos visto que la gente joven quiere trabajar en Grant Thornton en Suecia porque allí existe”, remacha.

La fórmula de Grant Thornton para que su actividad siga en expansión y plantar cara a las big four es centrarse en las compañías de mediana capitalización (a partir de unos 1.000 millones de dólares). “Nos queremos focalizar en un área en la que ya somos fuertes prestando servicios de auditoría, consultoría o asesoramiento fiscal. Es un mercado dinámico y estamos hablando de empresas que son globales”, sostiene Bodin. Por ello, rechaza la lectura de que esa estrategia sea solo una forma de esquivar la competencia. “No se trata de eso, sino de centrarnos donde podamos tener más éxito”, agrega. “Quiero focalizar el negocio donde estén las mejores oportunidades, y el crecimiento más fuerte procede de ahí”.

La compañía logró crecer el año pasado en todas sus áreas de negocio. Y piensa seguir haciéndolo de la mano de la tecnología, en la que se volcará tanto de forma interna como en la prestación de servicios. “Las empresas pueden sacar partido de las disrupciones que se están produciendo a nivel global y crecer con ellas. Muchas, de hecho, nacen ya globales gracias a la tecnología”, sostiene Bodin. El impacto que está teniendo la tecnología, en su opinión, es tal que incluso está permitiendo romper las barreras proteccionistas que se están levantando en algunos países.

Manejar la incertidumbre

“Se pueden ver signos de ello [de proteccionismo] en algunos países del mundo, pero a la vez algunas de las mayores economías están experimentando un fuerte crecimiento y hay el nivel de optimismo más alto de los últimos 25 años”, sostiene el primer ejecutivo del grupo. “Los empresarios se han acostumbrado a este tipo de incertidumbre y a manejarla. Pero además, el impulso de la disrupción está siendo mucho más fuerte que las políticas proteccionistas, que por supuesto están afectando a los negocios”, añade. También ha tenido efectos sobre la economía el Brexit, sostiene, aunque Bodin considera que, en lugar de replegarse hacia el mercado británico, han salido mucho más que antes. “Londres es aún un lugar estable en el que permanecer. Desde que estoy en la ciudad, hemos visto pequeños signos de traslados de sedes, pero más consistentes en analizar cómo deberían hacerlo en caso de que tuvieran que hacerlo que en llevar a cabo la mudanza”, expone.

Si bien ocupa su cargo en Grant Thornton desde enero, Bodin fue nombrado en mayo del año pasado. Ello le ha permitido viajar para ver las necesidades de cada oficina. La de Barcelona es su primera visita a España. Entre otros asuntos, discutirá con los ejecutivos del despacho de la capital catalana los efectos económicos de la crisis política local. “Ha habido mucho ruido y movimiento, pero no he visto los efectos en el negocio. Es lo que quiero comentar con mi equipo antes de hacer cualquier ­comentario al respecto”, zanja Bodin.

Su visión de España es positiva. “El país ha tenido una buena recuperación desde la crisis financiera. Somos muy optimistas porque estamos viendo que cada año el mercado está más fuerte que el ejercicio anterior”. Pero también la configuración del mercado español encaja con la estrategia de crecimiento de Grant Thornton. “En España hay un sector de empresas de capitalización mediana y emprendedoras importante. Eso es muy bueno. Algunas economías no tienen ese segmento y no pueden permitirse el mismo crecimiento”, añade.

Fuente: El País