Francisco Celma, el socio auditor de Deloitte, ha asegurado hoy durante el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que no pudo hacer el borrador del informe de auditoría de las cuentas de la entidad porque los responsables de BFA-Bankia estuvieron meses sin entregarle la información relevante que necesitaba. El interrogatorio del auditor, uno de los más esperados, ha empezado casi al final de la sesión de hoy con las preguntas de las acusaciones particulares. 

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Celma ha relatado que compartió con los miembros de las comisiones de auditoría de BFA y de Bankia «toda la documentación que estaba pendiente y que impedía que hiciéramos nuestro trabajo de campo». Esto sucedió, según su relato, en las comisiones de los días 26 y 27 de marzo de 2012. En el caso concreto de Bankia, Celma ha señalado: «Antes de la formulación de cuentas les dije a los miembros de la comisión que, dada la relevancia de la información pendiente de recibir y analizar, no estábamos en condiciones de poder faclitar un borrador de auditoría porque no habíamos podido hacer nuestro trabajo».

Pese a que durante la instrucción del caso Celma aseguró que el 26 de marzo de 2012 advirtió al comité de auditoría de que existían dudas razonables sobre la viabilidad de Bankia, en su declaración de hoy ha evitado pronunciarse con tanta claridad. En instrucción, su declaración contradijo la versión de la mayoría de los consejeros encausados, entre ellos Ángel Acebes, que fue presidente de la comisión de auditoría hasta abril de 2012. La mayoría declararon entonces y han vuelto a hacerlo durante el juicio que Deloitte nunca puso objeciones a las cuentas y han asegurado desconocer por qué Celma no entregó la auditoría. Algunos consejeros sí han mencionado que sabían que el auditor estaba analizando datos que le faltaban, pero que en ningún caso Deloitte les comunicó que pensara incluir salvedades o que hubiera algún problema con las cuentas.

BFA-Bankia envió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) las cuentas anuales correspondientes al año 2011 sin el correspondiente informe de auditoría. En su declaración al inicio del juicio, Rodrigo Rato aseguró que tanto el consejo de administración de Bankia como el de BFA estaban convencidos de que la auditora no iba a hacer ningún comentario negativo sobre las cuentas, pero admitió conocer la inquietud del socio auditor, Francisco Celma, también encausado, por la valoración de las acciones de Bankia en el balance de BFA.

Celma ha relatado también que llegó a enviar un correo «de hasta doce páginas» en el que detallaba toda la documentación que no le estaban entregando, mucha de ella (cinco páginas, ha precisado) relacionada con la inversión inmobiliaria. El auditor ha subrayado que en ese momento Bankia era «la entidad española con la mayor cartera de prestamos inmobiliarios del país».

Fuente: El País