El Aeropuerto Internacional de Denver ha rescindido de forma unilateral el contrato que adjudicó hace dos años a un consorcio liderado por Ferrovial para remodelar y posteriormente explotar durante 34 años la principal terminal del aeródromo.

La decisión de rescindir el proyecto, estimado en 650 millones de dólares (unos 580 millones de euros), se produce por los retrasos las diferencias en la ejecución de las obras por parte de Great Hall Partners (GHP), el consorcio liderado por Ferrovial Aeropuertos y del que también forman parte las compañías norteamericanas Saunders Construction y JLC Infrastructure, un fondo de inversión creado por Loop Capital y Magic Johnson Enterprises, la firma del exjugador de la NBA Magic Johson, sobre el que habían surgido problemas técnicos y también diferencias entre el cliente y el consorcio.

El consorcio adjudicatario liderado por Ferrovial manifestó en un comunicado su rechazo ante la decisión unilateral del aeropuerto de rescindir el contrato en vez de continuar con las negociaciones que ambas partes mantenían desde finales de 2018 para resolver las diferencias.

Este grupo de empresas anunció su disposición a reclamar la compensación económica que, según el contrato, les corresponda. No obstante, Ferrovial y sus socios en el consorcio aseguran que garantizarán una «ordenada transición de las obras» con el nuevo contratista que seleccione el aeropuerto y, para ello, se mantendrán a cargo del proyecto hasta el próximo mes de noviembre.

De igual forma, las constructoras aseguran que desde que se adjudicaron el proyecto lo han ejecutado «ateniéndose a los máximos estándares de calidad y seguridad».

Según el grupo que preside Rafael del Pino y sus socios, el origen de las complicaciones reside en las dificultades que planteaban las características del hormigón con el que se construyó la terminal del aeropuerto que ahora se pretende remodelar.

No obstante, las empresas aseguran que, además, el aeródromo ha venido introduciendo cambios y modificaciones en el proyecto original. Todo ello ha originado los consiguientes retrasos y sobrecostes en las obras.

El aeropuerto internacional de Denver es el más grande de Estados Unidos por superficie total y el quinto con mayor tráfico del país. El contrato rescindido consistía en ejecutar las obras de remodelación y modernización de la principal terminal del aeródromo, lo que suponía actuar sobre una superficie de unos 70.000 metros cuadrados.

Negocio aeroportuario

El proyecto supuso el desembarco en el negocio aeroportuario de Estados Unidos de Ferrovial, que actualmente centra esta actividad en Reino Unido, donde participa en el aeropuerto londinense de Heathrow. La rescisión del contrato en Denver tiene lugar después de que el grupo conociera una resolución judicial en Canadá por la que, por el momento, no podrá aumentar su participación en la autopista 407 TR de Toronto, una de las joyas de la corona de grupo. Por contra, la compañía acaba de lograr una nueva autopista en Texas.

Ferrovial, que el próximo mes de octubre acometerá su anunciado cambio de consejero delegado, está también pendiente de cerrar la venta de su división de servicios en el marco de su estrategia de centrarse en la construcción y explotación de grandes infraestructuras.

Fuente: El País