El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha decidido procesar a Martin Winterkorn, presidente del Consejo de Administración de Volkswagen entre 2007 y 2015, por el fraude de las emisiones de sus coches diésel. En concreto le imputa por haber conspirado junto a otros ejecutivos del fabricante alemán para engañar a los reguladores medioambientales y violar la legislación medioambiental (Clean Air Act). Winterkorn se encuentra en Alemania, por lo que debería ser extraditado.

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Los cargos se presentaron el pasado 14 de marzo ante un gran jurado en Detroit (Michigan), pero se desclasificaron este jueves. La acción judicial se conoce después de que dos antiguos directivos de Volkswagen, Oliver Schmidt y James Liang, fueran condenados el pasado año a prisión por participar en el desarrollo del sistema electrónico que permitió engañar los controles a las emisiones.

Martin Winterkorn dejó el cargo de consejero delegado del grupo automotriz en septiembre de 2015, a los pocos días de estallar el escándalo. También se denuncia a otros cinco ejecutivos: Richard Dorenkamp, Heinz-Jakob Neusser, Jens Handler, Bernd Gottweis y Jürgen Peter, acusados de participar en un fraude que duró nueve años.

Los seis ejecutivos, según la investigación, sabían que sus coches no cumplían las normas medio ambientales. VW instaló en secreto un sistema informático que era capaz de identificar cuando el vehículo estaba siendo sometido a las pruebas de emisiones. El fraude, que afectó a 600.000 vehículos en EE UU, costó a la compañía 30.000 millones de dólares en compensaciones a los afectados.

En la documentación entregada por la fiscalía se explica que los empleados de Volkswagen hicieron presentaciones en PowerPoint al entonces consejero delegado en las que explicaban como funcionada el sistema y las consecuencias que podía tener si las autoridades en EE UU lo detectaban. Es más, llegaron a plantear un plan de acción para engañar a la agencia del medio ambiente. Winterkorn dio el aprobado.

El fiscal general de EE UU, Jeff Sessions, reiteró que las acusaciones presentadas contra los ejecutivos de Volkswagen son “muy serias” y señala que la investigación demostró que la trama fraudulenta llegó a las esferas más altas de la compañía. “Llevaremos este caso hasta la máxima extensión de la Ley”, advirtió. La compañía se limitó a decir por su parte que está cooperando pero evita comentar sobre la conducta de los seis ejecutivos imputados.

VW ya admitió desde el principio que había falseado los controles. El fraude no afectó solo al mercado de Estados Unidos. Cerca de 11 millones de vehículos equiparon el mismo sistema, de las marcas Volkswagen, Audi y Porsche. Winterkorn supo que los reguladores en EE UU descubrieron el engaño en julio de 2015 y que estaban amenazando con bloquear el proceso de certificación.

El fabricante alemán fue sancionado con 4.300 millones de dólares en Estados Unidos en enero de 2017, a pocos días del cambio de presidencia, tras admitir el fraude. Entonces ya se citó como imputados a Heinz-Jakob Neusser, Jens Hadler, Richard Dorenkamp, Bernd Gottweis y Jürgen Peter, junto a Oliver Schmidt. Algunos de ellos lideraron equipos de ingenieros que diseñaron el sistema.

Fuente: El País