El rendimiento de la economía de Estados Unidos superó las expectativas durante el primer trimestre, al crecer a una tasa anualizada del 2,3%. Es una moderación respecto al 3% registrado durante el último semestre del pasado año y se aleja también del objetivo que se fijó el presidente Donald Trump. Pero mejora en medio punto porcentual el consenso de Wall Street.

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El dato publicado por el Departamento de Comercio está sujeto aún a dos revisiones para que sea definitivo. El primer trimestre suele ser complicado para la economía por el efecto de las nevadas. Este año no fue diferente, con varios frentes que paralizaron la costa este durante varios días. Pese a ello, el crecimiento registrado es más sólido que el 1,7% registrado en el primer trimestre de 2017.

La inversión de las empresas, en parte incentivada por la entrada en vigor de la reforma fiscal de Trump, ayudó a compensar la moderación en el gasto de los consumidores. Lo que se espera es que el crecimiento vuelva a repuntar en el segundo trimestre, a un nivel próximo al 3,5% y que se mantenga fuerte el resto de año. La proyección de la Reserva Federal es de un 2,7% para el conjunto de 2018.

El consumo creció solo un 1,1% en el primer trimestre, frente al 4% del cuarto trimestre. Es la lectura más débil en cinco años y contrasta con un índice de confianza muy robusto y un mercado laboral que está en una situación de pleno empleo, con el paro en el 4,1% desde hace meses. Lo que se espera es que el gasto vuelva a tomar cuerpo conforme las familias empiecen a notar los efectos de las rebajas de impuestos.

El dato de crecimiento es consistente con la estrategia de la Fed, que subió tipos de interés el mes pasado. El acta de la última reunión anticipaba la moderación y decía que sería transitoria. La mayoría de los miembros ve posibles dos incrementos más ante de que acabe el año, pero el margen es muy estrecho y no se descarta que pueden ser en total cuatro si la economía se acelera más de lo anticipado.

La gran pregunta es como las medidas proteccionistas anuncias por Donald Trump este año pueden acabar afectado al crecimiento. La balanza comercial sumó dos décimas al producto interior bruto porque las exportaciones subieron más que las importaciones, gracias a que los productos estadounidenses son más competitivos gracias a la debilidad del dólar y por el crecimiento económico global.

Fuente: El País