Ya sea porque el petróleo se acerca a los 70 dólares, porque el aluminio subió en abril en unos pocos días más del 20%, porque algunas papeleras han doblado su cotización en 2017 o porque algunos gestores de valor dicen que las materias primas están baratas, inversores españoles me preguntan cómo invertir en materias primas y si pueden hacerlo a través de fondos que, de momento, es lo más eficiente desde el punto fiscal.

Con la excepción del oro, donde hay productos financieros que replican la rentabilidad del oro físico, en el resto de materias primas un inversor no puede obtener la misma rentabilidad que la evolución del precio al contado de una materia prima. Puede obtener una muy correlacionada: la que ofrecen los futuros sobre la materia prima (aunque en los últimos años ha sido generalmente menor), o una bastante correlacionada invirtiendo en compañías que explotan esas materias primas.

Las materias primas engloban un sinfín de recursos “básicos” muy diferentes entre sí. En general, se pueden dividir en tres grandes categorías: energía, metales y agrícolas. Sin embargo, también se puede añadir minerales, elementos químicos y otros recursos naturales que tienen uso productivo. Dentro de cada grupo puede haber grandes diferencias. Por ejemplo, los metales preciosos, pueden tener un comportamiento como activo refugio muy diferente al de los metales industriales.

Dentro de la energía, el petróleo y el gas se pueden comportar de forma distinta al uranio. En las agrícolas los cereales tienen poco que ver con lo que hace la madera. Las materias primas no son un activo apto en fondos ucit, que cumplen con las directivas europeas. Sin embargo, sí lo son futuros que no liquiden por entrega y que tengan cotización diaria en un mercado organizado.

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Un futuro sobre una materia prima que liquide por entrega se considera no apto porque puede darse el caso de que un gestor despistado se podría encontrar una notificación para que recoja paquetes de mil barriles de petróleo en el mar del Norte. Los mercados de futuros dan ahora la opción de liquidar en dinero convirtiendo este instrumento en apto para fondos de inversión, supervisados y por tanto, los más adecuados para el inversor particular. 

El mal comportamiento de las materias primas en los últimos diez años y el hecho de que con la inversión a través de futuros se haya ganado menos de lo que refleja la evolución de los precios de las materias primas (por ejemplo desde febrero de 2016 la cotización del petróleo ha subido más del 100%, pero el ETF del petróleo más conocido sólo ha ganado un 70%) ha hecho que los inversores perdieran interés sobre los fondos que invierten en materias primas a través de futuros. Sin embargo, este interés puede volver, si cambia la tendencia del mercado, y ahora competirán con multitud de ETFs y/o ETCs.

La otra forma de invertir indirectamente en materias primas (bastante correlacionada) es a través de fondos que invierten en acciones de compañías que extraen o explotan las materias primas. Hay fondos que tienen compañías relacionadas con los tres tipos de materias primas y algunos especializados en cada uno de ellos o subcategorías como las mineras de oro.

Los que invierten en todo tipo de materiales básicos y a los que Morningstar Direct engloba en la categoría de Renta Variable sector Recursos Naturales se han comportado mejor que los que invierten a través de futuros, en los últimos 5 años muchos tienen rentabilidades positivas sin que sean nada espectacular. La ventaja de las materias primas, aunque se invierta a través de acciones, es que se comportan de forma diferente al resto de las acciones y a los bonos y pueden ayudar a diversificar.

Pero es importante que el inversor sepa que son muy volátiles. Algunos fondos cayeron más del 75% y después de diez años no se han logrado recuperar (tuvieron un buen año en 2016, pero casi ninguno más). Existen clases de fondos que cubren la divisa (la mayoría de las materias primas cotizan en divisas distintas del euro) lo que puede ayudar a mitigar la volatilidad.

Es difícil estimar si en el corto o medio plazo empezarán a despegar estos sectores con ratios baratos, eso no se puede negar. Pero hay numerosas incertidumbres acerca de estos recursos tan diferentes, ¿seguirá la demanda del principal consumidor (China) creciendo como hasta ahora?, ¿cómo afectarán el desarrollo de energías alternativas y los nuevos descubrimientos que están por llegar?.

Tener algo de inversión en materias primas puede ayudar a diversificar, aunque si invierte en fondos de bolsa mundial y europea lo normal es que esté invirtiendo ya en estos activos. Si tiene interés como hay múltiples opciones entre las que elegir y depende de su tolerancia al riesgo, su plazo de inversión y su cartera actual, mi consejo es que acuda a un asesor profesional para que estudie su caso particular.

Marta Díaz-Bajo es Directora de Análisis de Fondos de Atl Capital

Fuente: El País