La mayor salida a Bolsa del año y, de acuerdo al rango orientativo de precios, desde la de Cellnex de mayo de 2015, sigue en preparación. La inestabilidad en los mercados está erosionando la avidez de las gestoras interesadas en Cepsa. El folleto de la oferta (OPV, en la jerga) se registró en la CNMV el martes de la semana pasada, y ese mismo día el ejército de bancos contratados comenzó a recabar las órdenes de compra entre los inversores.

Fuentes financieras señalan que, a siete días del día programado para el debut, la demanda en el rango de precios aún no cubre la oferta, pero cifran en el entorno del 70% el importe ya conseguido. Estas fuentes señalan que en las próximas 24 o, a más tardar, 48 horas estará completado. Es decir, mañana como muy tarde. Una portavoz de Cepsa ha declinado comentar esta información, si bien asegura que “la operación marcha según lo previsto”.

El importe mínimo que deben lograr los bancos es de 1.723 millones de euros en el precio más bajo de la horquilla: 13,1 euros por acción. Esta cantidad equivale al 25% de la tasación en el punto más bajo del rango, que valora Cepsa en 7.010 millones. En el casi imposible caso de que el precio se fije en el máximo de 15,1 euros por título, el número inicial de acciones vendidas sumaría 2.020 millones de euros, cuantía que se ampliaría a 2.322 millones si los coordinadores amplían la operación al 28,75% del capital. En este caso, sería la mayor OPV española desde la de Aena de febrero de 2015, por 4.260 millones.

Las fuentes consultadas aseguran que la inestabilidad en los mercados, con el Ibex en mínimos desde diciembre de 2016, está retrasando las órdenes de compra de los fondos. “Aprovechan la coyuntura para presionar el precio, pese a que la cotización del petróleo se está por encima de los 83 dólares por barril de Brent, cerca de los máximos desde finales de 2014”, explica una persona conocedora de la marcha de la OPV. De hecho, afirma que “hay órdenes por debajo del rango”.

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El periodo de presentaciones oficiosas de los colocadores (investor education, en la jerga) arrancó el 17 de septiembre, con encuentros en Fráncfort, París, Londres y varias ciudades de EE UU.

Comandados por Rothschild como asesor jefe, Bank of America Merrill Lynch, Citi, Santander y Morgan Stanley actúan como coordinadores globales; Barclays, BNP Paribas, First Abu Dhabi Bank, Société Générale y UBS trabajan en un segundo escalón, y finalmente BBVA y CaixaBank completan el ejército de bancos en un tercer nivel. Los bufetes Allen & Overy y Clifford Chance se encargan de la parte legal.

Fuentes próximas a los colocadores confían en que el libro se cubrirá

antes de la recta final del regreso a la Bolsa de la petrolera

El calendario de la operación prevé que el martes 16 de octubre se fije el precio y que el jueves 18 se reestrene, como publicó CincoDías el 20 de septiembre. Cepsa volverá a la Bolsa más de siete años después de haberla abandonado, en agosto de 2011, cuando uno de los fondos soberanos de Abu Dabi, IPIC (ahora integrado en Mubadala), lanzó una opa que valoraba la empresa en unos 7.500 millones de euros. La valoración máxima de las entidades que participan en la operación se sitúa en los 12.000 millones de euros, si bien las más bajas parten del entorno de los 8.000 millones. Uno de los mayores atractivos de Cepsa será su rentabilidad por dividendo, del 6,4% en el precio mínimo y del 6% en el medio en 2019.

La otra OPV ejecutada en España en 2018, la de Metrovacesa, tuvo que recortar su valoración ante los problemas para colocar las acciones en la banda orientativa propuesta. La promotora colocó las acciones a 16,5 euros, frente a la banda inicial de 18 a 19,5 euros. Pese a ello, desde el precio de referencia caen un 33%.

Bestinver no ve potencial suficiente

Riesgo. La gestora Bestinver, con unos 4.800 millones de patrimonio, no acudirá, según explicó ayer su presidente, Beltrán de la Lastra: “No vamos a ir a la salida a Bolsa de Cepsa. En general, no nos gusta acudir a las OPV porque consideramos que hay una asimetría en la información entre comprador y vendedor. Hemos mirado el folleto a fondo, pero consideramos que la horquilla de valoración no nos ofrece el potencial de revalorización suficiente para que nos compense el riesgo a medio y largo plazo”, aseguró.

Sector. De la Lastra apuntó que no suelen invertir en compañías vinculadas con las materias primas, porque sus precios fluctúan mucho. “En las petroleras, sí vimos que comprar cuando el precio del petróleo estaba en 30 dólares por barril era atractivo, pero a los precios actuales ya no lo tenemos tan claro”, afirma. “En caso de entrar preferiríamos elegir un valor como Repsol, que es más grande y más líquido que Cepsa”, añadió.

Fuente: El País