Caixabank recortó su beneficio un 52,1% en el primer semestre de 2019 con respecto al mismo periodo del año anterior, y lo situó en 622 millones de euros. La entidad, en un comunicado remitido a la CNMV, explica la caída por el acuerdo laboral al que ha llegado con la plantilla, que incluye un expediente de regulación de empleo (ERE) para 2.023 trabajadores y para el que Caixabank ha gastado 978 millones de euros. Sin contar el efecto de este coste, Caixabank explica que el resultado atribuido del grupo crecería un 0,7% en el primer semestre. Los mercados han recibido la noticia con una caída de las acciones de Caixabank del 6,9% a las diez de la mañana.

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El acuerdo laboral al que Caixabank llegó con los trabajadores implica que las salidas empezarán a producirse en julio y se concentrarán en el tercer trimestre de este año, con lo que la entidad espera ver reflejado el ahorro de costes en los resultados del segundo semestre. El acuerdo, además del ERE para los 2.023 empleados, incluye otras medidas para favorecer la mayor flexibilidad laboral, entre las cuales está un horario de apertura más amplio o una reorganización geográfica y de sucursales.

Pese a caer el resultado, el grupo crece en el margen de intereses, la diferencia entre los costes y los ingresos. Este indicador muestra que el margen ha ascendido en el primer semestre hasta los 2.478 millones de euros, un 1,9% más con respecto al año anterior. Caixabank lo explica por el incremento de los ingresos de crédito y la reducción de costes en la comercialización.

El margen bruto, sin embargo, cae un 4,5%, y se sitúa en 4.445 millones de euros. La entidad lo explica por los menores resultados de operaciones financieras este año, y por no poder atribuirse más los resultados de Repsol, después de vender su participación, y de BFA (donde ha habido un cambio en la clasificación contable de la participación). El margen de explotación sin gastos extraordinarios aumenta un 25% hasta los 1.132 millones.

Fuente: El País