El miedo se apodera de los mercados mundiales, después del fuerte castigo a Wall Street anoche. El Ibex 35 se deja un 1,8%, después de que Bolsas asiáticas hayan perdido cerca del 4% esta mañana. El temor a un frenazo económico mundial, sumado a las perspectivas de subidas de tipos en Estados Unidos y al repunte de las rentabilidades de la renta fija han desencadenado la tormenta. En Europa, se añade el foco de inestabilidad italiano, con el tira y afloja del Gobierno (coalición de ultraderecha y antisistemas) con Bruselas para fijar los objetivos de déficit.

El Ibex 35 profundiza así los mínimos alcanzados el miércoles cuando cerró en su nivel más bajo desde 2016 y apenas soporta los 9.000 puntos. 

En el frente italiano, continúa el nerviosismo a pesar de los llamamientos del ministro de Economía del país, Giovanni Tria, quien ha indicado que hará todo lo posible para recuperar la confianza del mercado. Pero el mercado desconfía no solo de las previsiones de déficit, sino de las previsiones económicas que sustentan el Presupuesto. El Gobierno tiene hasta el día 15 de octubre para presentarle sus cuentas a la Comisión Europea.

No es el único nubarrón en los mercados. En plena escalada de las tensiones comerciales entre China y EE UU, los datos macro estadounidenses siguen apuntando a una fortaleza de la economía (cifras de empleo, ISM sector servicios …) lo que ha elevado las expectativas de que la Reserva Federal subirá los tipos de interés en diciembre y acelerará después. Una perspectiva que ha impulsado la rentabilidad de la deuda y ha provocado la huida de la renta variable. Anoche, el Dow Jones (que se sitúa en zona de máximo histórico) perdió un 3,15%, similar porcentaje al del S&P 500. El Nasdaq bajó un 4%, la mayor caída desde el brexit. 

Las pérdidas han arrastrado a los mercados asiáticos. El índice Nikkei de la Bolsa Tokio ha perdido casi un 4%, el Hang Seng de Hong Kong cae un 3,96% y el Kospi coreano se deja un 4,16%. El índice compuesto de Shanghai baja un 5,2% y toca mínimos de cuatro años. 

Muestra del nerviosismo fueron las declaraciones del presidente de EE UU, Donald Trump, quien aseguró ayer que la Reserva Federal «se ha vuelto loca», en referencia a las subidas previstas de tipos de interés. La declaración se produce solo un día después de las críticas del presidente a la autoridad monetaria por considerar que está subiendo de forma muy rápida el precio del dinero. «En realidad es una corrección que hemos estado esperando por mucho tiempo, pero realmente no estoy de acuerdo con lo que la Fed está haciendo», afirmó ayer Trump durante una rueda de prensa ante las caídas que sufría Wall Street

En el mercado de deuda de Estados Unidos, donde los tipos han repuntado hasta alcanzar máximos de siete años, la rentabilidad del bono a 10 años cerró anoche en el 3,152%, siete puntos básicos por debajo de la víspera pero cerca del máximo de siete años del 3,26%. El rendimiento a 2 años se situó en el 2,83% y el de a 30 años, en el 3,339%, cerca del 3,4% que registró de máximo de cuatro años. 

La deuda española el bono español baja su rendimiento en cuatro puntos, lo que deja la prima de riesgo prácticamente estable, en 108 puntos. La prima italiana, por su parte, sube a 307 puntos, 10 más que ayer, al subir la rentabilidad del bono.

En cuanto a las materias primas, el petróleo Brent se deja un 1,6% hasta 81,8 dólares el barril.

Fuente: El País