La Comisión Europea ha aprobado este jueves un proyecto de Reglamento que pretende acabar con los abusos que numerosas compañías europeas dicen sufrir en su relación comercial con las multinacionales del sector digital. Desde hoteles a compañías aéreas pasando por cientos de pequeñas y medianas empresas se quejan de estar a merced de las condiciones que les impongan unas plataformas que se han convertido en escaparate imprescindible para acceder al mercado.

La nueva norma espera acabar con la discrecionalidad y los abusos que se permiten algunas plataformas con servicios de intermediación comercial aprovechando su posición monopolística o dominante en ciertos sectores. En el punto de mira, según Bruselas, compañías como Google (buscador), Facebook (red social para empresas), Booking.com (hoteles), Skyscanner (vuelos) o Uber (transporte urbano).

«Las plataformas y los buscadores son canales importantes para que las empresas europeas lleguen a los consumidores, pero debemos garantizar que no abusan de su poder», ha señalado la comisaria europea de Sociedad Digital, Mariya Gabriel, durante la presentación en Bruselas del proyecto de Reglamento recién aprobado.

La nueva norma obligará a esas plataformas a facilitar de manera clara e inteligible los términos y condiciones que aplican a sus usuarios profesionales. Y les prohíbe cambiar las condiciones sin un período mínimo de preaviso.

El Reglamento permitirá a las empresas europeas conocer los principios en que se basa su posición en el ránking de los buscadores de las plataformas, así como las condiciones en que se puede mejorar ese resultado mediante el pago de comisiones. 

Las plataformas también deberán explicar cómo tratan sus propias ofertas en relación con las de terceras partes y cómo explotan en beneficio propio los datos comerciales o sobre clientes que obtienen gracias a la actividad de las empresas a las que ofrecen el servicio de intermediación.

El Reglamento también intenta corregir la sensación de impotencia que numerosas empresas sienten a la hora de enfrentarse a los colosos digitales. Bruselas obligará a las plataformas a ofrecer mecanismos de resolución de disputas.

Si el conflicto llegara a los tribunales, el Reglamento permite que la empresa presuntamente perjudicada por una plataforma sea representada en el juicio por la patronal de su sector, lo que mitigaría la sensación de David frente a Goliat.

Vigilancia

La Comisión espera que plataformas y buscadores adopten voluntariamente las medidas necesarias para cumplir con los estándares de transparencia y equidad que fijará el Reglamento una vez que concluya su tramitación legislativa en el Consejo y el Parlamento de la UE.

Entre las medidas que deberán adoptar figura la limitación para suspender la presencia de una empresa en los resultados comerciales de la plataforma, comparador o buscador. El Reglamento prohíbe la supresión arbitraria de esa presencia y obligará a los gigantes digitales a comunicar a la empresa afectada los motivos de su desaparición, lo que abriría una vía de reclamación.

Las organizaciones de consumidores consideran insuficiente la nueva normativa y piden a la Comisión que sea mucho más estricta. «La UE debe ir más allá que la mera petición de transparencia a las plataformas», señala Monique Goyens, directora general de BEUC (Oficina europea de organizaciones de consumidores). «Debe impedirse que las plataformas utilicen tácticas para hacer más difícil que las empresas lleguen a los clientes o que aboquen a precios más altos», pide Goyens.

Bruselas tampco se fía de que los gigantes digitales vayan a respetar la letra y el espíritu de la nueva norma y este mismo jueves ha decidido crear un Observatorio sobre la conducta de las plataformas.

El nuevo órgano estará compuesto por expertos (hasta 15) «con probada competencia y experiencia en relación con la economía de las plataformas online en general o con tecnologías digitales concretas, modelos de negocios u otros asuntos relacionados», según la Decisión de la CE que crea el nuevo Observatorio.

El Observatorio vigilará la situación del mercado digital y asesorará a la Comisión sobre futuras medidas legislativas, si fueran necesarias. Bruselas advierte que en un plazo de tres años evaluará si el Reglamento aprobado este jueves basta para corregir los abusos. De no ser así, podría endurecer la legislación.

«Hoy ya hemos dado un paso muy importante con normas claras sobre transparencia, un mecanismo eficiente de resolución de disputas y el lanzamiento de un Observatorio para analizar las prácticas de las plataformas», ha valorado la comisaria Gabriel.

Fuente: Cinco Días