El fabricante de chips Broadcom está preparando la posible compra de su rival Qualcomm en una operación que podría superar los 100.000 millones de dólares (89.000 millones de euros), según han informaron varios medios estadounidenses.

La adquisición, mediante una opa no solicitada, puede cerrarse este fin de semana, según señaló The Wall Street Journal citando fuentes conocedoras de la operación. La oferta rondaría los 70 dólares por acción, lo que supondría una valoración de 103.200 millones de dólares para Qualcomm. Se trataría de la mayor fusión de la historia del sector de los semiconductores, aunque la operación podría enfrentarse a barreras de los reguladores.

La noticia se conoció un día después de que Broadcom anunciase que va a trasladar su sede desde Singapur a Estados Unidos. El presidente y consejero delegado de la empresa, Hock E. Tan, dio a conocer su plan en un acto junto al presidente estadounidense, Donald Trump, que ha convertido en una de sus prioridades lograr el retorno de compañías al país. Según la Casa Blanca, el movimiento de Broadcom permitirá a EE UU beneficiarse de los más de 20.000 millones de dólares que ingresa anualmente el fabricante tecnológico.

La compañía, de origen estadounidense y un importante proveedor de empresas como Apple, experimentó una fuerte subida del 5,45% en el precio de sus acciones en la sesión de ayer del Nasdaq tras conocerse sus planes para hacerse con Qualcomm, que tiene su sede en San Diego (California). Más aún se dispararon las acciones de Qualcomm, que terminaron la sesión con un alza del 12,71 %.

La intervención de Apple

Esta potencial compra se ve con buenos ojos en Wall Street debido a que sería un rescate para Qualcomm en su batalla con Apple. Tan sólo esta semana, durante la presentación de resultados financieros, la compañía mostró cifras preocupantes con una caída del 90% en sus ganancias durante este último trimestre, provocando a su vez una caída del 16% en sus acciones y un panorama incierto.

Por si no fuera suficiente, Apple está estudiando la posibilidad de abandonar los componentes de Qualcomm y apostar por Intel o MediaTek, lo que sería el clavo definitivo en el negocio de la compañía de San Diego.

Por su lado, Broadcom es actualmente el proveedor de Apple para ciertos chips de wifi y bluetooth, y cuentan con una buena relación que podría solucionar las diferencias con Qualcomm. Adicional a esto, Broadcom está arrancando una nueva estrategia al trasladar su sede corporativa de Singapur a Estados Unidos, una medida aplaudida por el presidente Trump ya que otorgará nuevos empleos y más de 20.000 millones de dólares anuales al país.

En caso de que Qualcomm pase a formar parte de Broadcom, la compañía se convertiría en un activo clave dada su ubicación privilegiada en San Diego, California. Con esto se sumaría a la actual sede de Broadcom en San José, por lo que terminarían cubriendo todos los frentes de la región, donde a día de hoy están las compañías tecnológicas más importantes del mundo.

Aunque hay que destacar que en caso de que se concrete esta compra, se ve complicado que se mantengan los negocios de patentes como los conocemos hoy día, ya que una fusión de este tipo tendrá que pasar por los órganos reguladores antimonopolistas, lo cual será uno de los obstáculos más grande.

Fuente: El País