Wall Street volvió de la Navidad con buenas intenciones, tratando de escapar de las garras del mercado bajista tras el destrozo de las cuatro jornadas previas. El Dow Jones, el índice de referencia del parqué neoyorquino, lograba así repuntar un 1% al iniciarse la sesión y reclamaba los 22.000 puntos. Poco a poco fue cogiendo ritmo, incluso por encima del 2%, aunque queda por ver si la remontada es insuficiente para compensar el desplome de casi el 3% que sufrió el lunes, en la peor víspera navideña que se recuerda. En Europa las Bolsas permanecían cerradas este miércoles, todavía por las festividades navideñas.

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El volumen de negociación es muy bajo esta semana, porque el puente de Navidad se encadenará con el de Año Nuevo. Cualquier movimiento brusco por parte de los grandes jugadores del mercado, por tanto, provoca que los índices vayan en cualquier dirección. Este miércoles se trataba de ver si los inversores más influyentes iban a tratar de enderezar el rumbo, en lugar de dejarse llevar por la negatividad, y así colocarlo en la dirección correcta en una semana.

“La pausa de Navidad fue buena rebajar los nervios”, señalan los analistas de Rosenblatt Securities, que ven una clara desconexión entre el sentimiento de los inversores y la marcha de la economía, “eso amplifica cualquier titular negativo porque no se presta atención a las cosas positivas”. El Dow Jones acusó menos volatilidad que en días pasados, aunque en la búsqueda de la estabilidad se debatió entre el negativo y el positivo durante el arranque de la sesión.

Wall Street va camino de cerrar el peor año en una década. El S&P 500, que integra a las mayores compañías cotizadas, arrastra una caída próxima al 12%. La del Dow Jones es similar. El Nasdaq se deja un 10%. Si lo que se toma como referencia es el último máximo anual, los tres están en zona de mercado bajista tras caer cerca de un 20%. En cuanto al mes de diciembre, podría ser el peor de la historia del parqué si se mantiene el estrés.

La tensión se refleja con claridad en el índice de volatilidad, que este miércoles se colocaba en los 35 puntos. Se disparó un 176% desde octubre, cuando empezaron a dominar las dudas. Eso pese a que el tipo del bono a 10 años está en el 2,7%, frente al 3,2% hace solo un mes. Los inversores escapan de los mercados de acciones y la deuda, como también lo están haciendo de la energía. El precio del barril de petróleo en EE UU está por debajo de los 45 dólares.

Múltiples factores

Los factores de esta situación son múltiples y no son nuevos. La moderación del crecimiento global, el litigio comercial con China, la situación política en Reino Unidos e Italia y la corrección en las grandes tecnológicas son los principales catalizadores de la negativa, a los que se sumó la retórica combativa del presidente Donald Trump hacia la Reserva Federal y el caos político en Washington por la construcción del muro con México.

Trump está dejando muy claro que no está contento con el trabajo del banco central y considera que su estrategia está afectando a los mercados de una manera negativa, también a la economía. Pero incluso pensando que el banco central se equivoca subiendo los tipos de interés, el republicano considera que es un buen momento para comprar. “Tengo gran confianza en nuestras compañías”, afirmaba a un grupo de periodistas este martes.

“Son las mejores del mundo y lo están haciendo muy bien”, insiste Donald Trump, haciendo referencia a los resultados que están publicando, “es una oportunidad tremenda de compra”. Los comentarios del presidente, sin embargo, son otro reflejo más de su desesperación. La misma que llevó al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, a entrar en contacto con los grandes banqueros para calmar la situación aunque sin mucho éxito.

Garantías

Kevin Hasett, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, asegura que Donald Trump está “muy contento”, con el trabajo que está haciendo Steven Mnuchin. “Tiene una relación muy productiva”, afirma. Y se sumó así mismo a las voces que desde el pasado sábado están negando que vaya a forzar la salida de Jerome Powell de la Fed. Su puesto, dice, está “100% asegurado”.

Eso, sin embargo, no va a evitar que el presidente de EE UU sigue recurriendo a Twitter para expresar su opinión abiertamente sobre el proceso de normalización de la política monetaria. A las garantías del entorno de asesores económicos del presidente, se le sumaron los datos que llegan desde el sector del comercio minorista, que registró el mayor incremento en seis años de las ventas durante la temporada navideña.

Fuente: El País