El presidente y consejero delegado de Boeing, Dennis Muilenburg, ha publicado este mediodía una carta dirigida a las aerolíneas, pasajeros y a la comunidad de la aviación, en la que pide disculpas en nombre de la compañía por los gravísimos accidentes de los vuelos 302 de Ethiopian Airlines y el 610 de Lion Air. En ambos siniestros, con el modelo 737 MAX como denominador común, se investigan las circunstancias, y especialmente las coincidencias, para tratar de solventar los problemas del avión más vendido en la historia de Boeing.

Muilenburg asevera que sus aparatos «ya de por sí son seguros» y añade que pronto se llevará a cabo «una actualización de software y la correspondiente formación para pilotos del 737 MAX, que abordará los problemas descubiertos tras la investigación del accidente del vuelo 610 de Lion Air».

El presidente de Boeing subraya el compromiso de su empresa con la seguridad y traslada sus condolencias a las decenas de víctimas en Etiopía e Indonesia. «La seguridad es un pilar esencial que comparten todos los empleados de Boeing, y garantizar viajes seguros y fiables a bordo de nuestros aviones es un valor permanente y representa nuestro compromiso más trascendente con todo el mundo», expresa el primer ejecutivo de Boeing.

Desde la cúpula del fabricante se asegura la máxima colaboración con los reguladores, aerolíneas y autoridades que participan en unas investigaciones «para comprender lo sucedido y ayudar a evitar futuras tragedias». La empresa dice estar ya tomando medidas «para garantizar plenamente la seguridad del 737 MAX». Respecto a las aerolíneas que tienen parados centenares de aviones como los siniestrados, el ejecutivo asegura comprender y lamentar «las dificultades que están causando a nuestros clientes y a los pasajeros que la flota de los 737 MAX permanezca en tierra».

Dennis Muilenburg elude hablar de posibles compensaciones o del futuro del programa 737 MAX. En su carta pública se limita a asegurar que la investigación «progresa rápida y minuciosamente para conocer más detalles sobre el accidente de Ethiopian Airlines y poder descifrar la información de la Grabadora de Voz en Cabina (CVR) y del Registrador de Datos de Vuelo (FDR)». El fabricante del avión siniestrado cuenta con un equipo sobre el terreno a las órdenes de la Oficina de Investigación de Accidentes de Etiopía.

El presidente de Boeing también pasa de puntillas sobre las denuncias de colectivos de pilotos sobre la escasa formación recibida sobre este avión de última generación. Al respecto, simplemente afirma que «seguiremos proporcionando a nuestros clientes de todo el mundo y a sus pilotos los mejores productos, formación y soporte».

 

Fuente: Cinco Días