La sesión de hoy en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia en 2011, en la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional (San Fernando de Henares), dio por finalizado el interrogatorio de los 34 encausados después de que terminase de declarar el auditor socio de Deloitte Francisco Celma y las tres personas jurídicas Bankia, su matriz BFA y la propia Deloitte.

A lo largo de su interrogatorio Celma, que ha prestado declaración durante cerca de 19 horas en cuatro sesiones consecutivas, ya que ha sido el único encausado en responder a todas las partes, insistió en que no pudo realizar el borrador de informe de auditoría de las cuentas de la entidad referentes al ejercicio 2011 por no disponer de la documentación necesaria. Igualmente, negó haber falsificado los estados financieros, un presunto delito que le atribuyen las acusaciones populares y particulares (no el Ministerio Fiscal) y por el que le reclaman 12 años de prisión.

“Yo no me he juntado con nadie para falsificar nada en mi vida. Yo en marzo no tuve la información suficiente para concluir mi trabajo. En mayo la obtuve para poder hacerlo, pero yo no he visto nada irregular. La documentación que he revisado es correcta, no he visto ninguna irregularidad”, prosiguió.

Cuestionado más tarde por el abogado defensor de Rodrigo Rato (expresidente de Bankia) acerca de un documento realizado sobre las cuentas de los estados financieros de BFA y Bankia, Celma ha contestado que lo escribió a petición del propio Rato por una conversación telefónica mantenida durante la noche del 18 de marzo de 2011, pero ha rehusado en todo momento calificarlo de “borrador”.

“Rato me dijo que me iban a dar la documentación y que iba a haber una inyección de 7.000 millones de euros. Me preguntó cómo sería nuestra opinión y que se lo enviase por escrito. Preparé el papel basado en esas dos condiciones, que nunca se produjeron, y se lo mandé. Pero no es un borrador-recalcó insistentemente-. Lo que hice fue adelantar trabajo en base algo que me fuera a valer. Lo hice porque pensé que podía ayudar”, afirmó.

Por el contrario, Álvaro Hernando, que declaró en representación del grupo BFA-Bankia, expresó que Celma “trabajó en las cuentas hasta el momento de la formulación [marzo de 2012]. Por contrato, el auditor estaba obligado a emitir el informe, pudo hacerlo, pero no lo hizo”, sentenció. Además, Aguilar indicó que “cualquier impedimento” que hubiera encontrado para hacer su trabajo “lo tendría que haber notificado a la entidad y al supervisor, y no lo hizo, ni lo uno, ni lo otro”.

Cuando llegó el turno de declaración de la firma auditora Deloitte, representada por el socio Germán de la Fuente, ratificó las palabras de Celma y expuso el modelo de cumplimiento de la compañía para “garantizar nuestra reputación, que es el mayor activo que tenemos”. «Si cualquiera de los 70 profesionales que trabajaron en Bankia o de los 1.500 trabajadores de Deloitte tuviera la más mínima sospecha, la más mínima duda o la más mínima inquietud, levantaría la bandera porque están educados para ello», explicó.

Una vez finalizadas las declaraciones de los 34 encausados, darán comienzo las declaraciones testificales, a las que acudirán, entre otros, José Ignacio Goirigolzarri (actual presidente de Bankia) y Miguel Ángel Fernández Ordóñez (exgobernador del Banco de España). La Fiscalía Anticorrupción también ha solicitado que declaren como testigos Francisco González (expresidente de BBVA) y Luis de Guindos (vicepresidente del Banco Central Europeo).

Fuente: Cinco Días