Bankia ha cerrado 2019 con una caída del beneficio del 22,9%, hasta los 541 millones de euros. La entidad ha visto recortados sus resultados por los mayores saneamientos y las menores plusvalías en operaciones en el mercado de valores, que han aportado 113 millones de euros menos que el año pasado (un 27% menos).

La entidad ha adelantado, además, que el consejo propondrá un dividendo de 355 millones de euros al año, en un reparto de 0,11576 euros por acción, misma cantidad que el año anterior. Con este abono, Bankia habrá devuelto ya 3.300 millones a su principal accionista, el Estado.

El resultado en el trimestre, con pérdidas de 34 millones frente a los 40 del año pasado, ha estado por debajo de lo previsto: de media los analistas esperaban un  beneficio de 3,2 millones y la peor previsión era de perder siete millones.

Según José Ignacio Goirigolzarri, “2019 ha sido el mejor año en términos comerciales desde la creación de Bankia y hemos mantenido el liderazgo en solvencia entre los grandes bancos españoles, muy por encima, además, de las exigencias regulatorias”

No obstante, en el negocio típico de los bancos, el de prestar dinero y pedirlo prestado, las cuentas no han sido tan malas. Si bien en el año el margen de intereses baja un 1,3% y aporta 26 millones de euros menos, en el cuarto trimestre se estabiliza (apenas baja el 0,7%) queda en la parte baja de las previsiones de los analistas. Bankia destaca que ha empezado a apreciar los efectos de la política del tiering del BCE, que solo cobra a los bancos por los depósitos a partir de determinado umbral.

Los costes, mientras, se han reducido en un 7,3%, obteniendo Bankia 220 millones de ahorros, tanto en personal (por los despidos en BMN) como por el cambio en el tratamiento contable de los alquileres. Además, en el cuarto trimestre las cuentas han sufrido por la aportación de 34 millones de euros al Fondo de Garantía de Depósitos.

Las provisiones y deterioros de activos también han tenido mayor impacto que el año pasado. Entre deterioros de activos, de crédito, saneamientos y otros resultados, Bankia se ha dejado 673 millones de euros, 95 más que el ejercicio pasado porque ha dotado un 15,8% más de provisiones y ha duplicado el deterioro de activos inmobiliarios: desde 204 a 201 millones de euros. La entidad lo explica como parte del proceso de reducción de activos improductivos.  Bankia ha acelerado por este concepto, reduciendo 1.100 millones solo en el cuarto trimestre. 

La morosidad cae, así, en 1,5 puntos hasta el 5%, con 1.950 millones de activos dudosos. En total, los activos improductivos bajan un 24%, de 10.878 millones a 8.350 millones, después de haber pactado en diciembre de 2018 la venta de activos tóxicos a Lone Star.

El stock de crédito a la clientela, éste se mantiene estable, si se excluyen los dudosos y las adquisiciones temporales de activos. La entidad indica que está compensando las amortizaciones de crédito hipotecario (el saldo cae el 4,4%) con crecimientos en préstamos al consumo (+12,5%) y a empresas (+9%), segmentos en los que el banco está ganando cuota. Los depósitos bajan un 1,2%.

En términos de solvencia el banco cierra con un ratio CET1 fully loaded del 12,85%, 63 puntos más que a principios de año, y reducido el ratio de apalancameiento en 20.

Fuente: Cinco Días