El Banco Sabadell ha cerrado 2018 con un beneficio neto atribuido de 328,1 millones de euros, un 54,2% menos respecto al ejercicio anterior, con todos los márgenes de su cuenta de resultados a la baja. Los ingresos presentan fuertes descensos, con una caída del 12,7% en su margen bruto, que unido al aumento de los gastos provoca que el margen antes de dotaciones disminuya un 33,5%.

Parte de estos descensos se han visto incrementados por los costes extraordinarios de 637 millones relacionados con los graves problemas que tuvo la filial británica TSB cuando dejaron de funcionar sus sistemas informáticos y los clientes se quedaron sin acceso a las cuentas. El Sabadell asegura que ha terminado con éxito la migración de sistemas de TSB y que ha saneado su balance por las pérdidas que acumulaba en la cartera de inmuebles. Los resultados fueron mal recibidos por el mercado, que castigó las acciones del Sabadell.

MÁS INFORMACIÓN

El banco afirma que ha calificado 5.521 millones de activos inmobiliarios como morosos adjudicados en el cuarto trimestre de 2018. La cobertura de los activos problemáticos está entorno al 54%. La unidad de gestión del ladrillo del Sabadell presenta pérdidas de 478 millones, lo que supone un 50% menos que el ejercicio anterior.

Asimismo, a cierre del ejercicio se redujo la ratio de morosidad del grupo, hasta el 4,22% (5,04% sin TSB), y la ratio de capital CET 1 fully loaded se situó en el 11,3%.

La entidad, que dirige Jaume Guardiola, ha destacado que una vez superados los incidentes informáticos de TSB, se volcarán en el negocio de pymes e hipotecas, ya que la nueva plataforma permite que los agentes hipotecarios puedan enviar solicitudes en la mitad de tiempo en comparación con los procesos previos a la migración. También subrayan que TSB cerró el año 2018 con 140.000 nuevos registros frente a 80.000 salidas.

La entidad financiera, que preside Josep Oliu, ha destacado la fortaleza de su negocio bancario, con un crecimiento en ingresos del grupo de un 2,9% durante 2018. Los gastos de explotación se elevaron a 2.920,4 millones (239 millones más que en 2017), los costes no recurrentes se situaron en 291,5 millones, atribuibles principalmente a la migración y postmigración de TSB, y los costes recurrentes ascendieron a 2,628,8, un ligero aumento del 0,3%.

Más crédito

Durante 2018, el banco se ha anotado un crecimiento del crédito vivo de un 3,2% interanual, impulsado por el buen comportamiento de las pymes y de las grandes empresas españolas, además de un fuerte crecimiento en México. El crédito de nueva producción a empresas aumentó un 7%, hasta los 55.594 millones, y los préstamos hipotecarios nuevos mejoraron un 72,2%, hasta los 4.024 millones.

La inversión crediticia bruta viva cerró el año con un saldo de 139.366 millones y los recursos de clientes en balance se situaron en los 137.343 millones de euros (104.859 millones sin considerar TSB), con un alza interanual del 4,2%. El grupo financiero acabó el ejercicio con un total de 2.457 oficinas y 26.181 empleados.

El consejo de administración también ha aprobado el reparto de un dividendo complementario en efectivo de 0,01 euros por acción, que se suman los ya distribuidos 0,02 euros por acción; en total suma 0,03 euros por acción, lo que deja un pay out (la parte del resultado que se reparte entre los accionistas) del 50%.

Fuente: El País