Cartel de Saudi Aramco en una instalación petrolífera en Abqaiq, Arabia Saudí.Cartel de Saudi Aramco en una instalación petrolífera en Abqaiq, Arabia Saudí.REUTERS

Arabia Saudí se comprometerá a valorar el gigante petrolero estatal Aramco entre 1,6 y 1,8 billones de dólares para asegurarse de que la salida a Bolsa, la mayor de la historia y prevista para este domingo, sea un éxito, ha avanzado este sábado la agencia Bloomberg. Riad se habría mostrado así dispuesta a aceptar una valoración por debajo de los dos billones de dólares en la que el príncipe heredero del reino petrolífero, Mohammed bin Salman, había venido insistiendo.

Esa valoración había sido cuestionada por excesiva por algunos expertos, teniendo en cuenta las medidas que quieren llevar a cabo los países para frenar el calentamiento global que afectan a los países productores de combustibles fósiles, la presión sobre los precios del petróleo y el debilitamiento de la capacidad de producción de los productores. 

La empresa saudí Aramco tiene como objetivo arrancar su salida a Bolsa previsiblemente mañana tras el retraso a principios de este mes para dar tiempo a los asesores para asegurar a los inversores mayoritarios. Aramco busca sacar a Bolsa una participación de entre el 1% y 2% en la Bolsa de Tadawul en lo que será la oferta pública inicial (IPO) más grande de la historia. Según las fuentes consultadas por Bloomberg, la petrolera saudí recaudará 40.000 millones de dólares, una cifra que supera los 25.000 millones que recabó Alibaba en su salida a Bolsa en 2015.

El gigante petrolífero también estaría considerando aumentar el dividendo del próximo año en otros 5.000 millones de dólares hasta alcanzar los 80.000 millones para atraer mayores inversores, lo que elevaría la rentabilidad del dividendo del 3,75% al 4,4%, si bien seguiría situándose por debajo del que pagan otras petroleras como la holandesa Shell (6%) o la estadounidense Exxon (5%). La empresa ya ha garantizado a los inversores que el dividendo se mantendrá en el mismo nivel al menos hasta 2024, independientemente de cómo fluctúe el precio de crudo.

Bin Salman, prometió en 2016 vender acciones de Aramco como parte de un programa de reformas con el que la familia real saudí pretende diversificar la economía nacional, altamente dependiente del petróleo. Desde el comienzo de la andadura, Aramco ha tenido que abortar la salida a Bolsa. Primero, en 2018, y más recientemente, este año. El presidente y director ejecutivo de la empresa, Amin Nasser, advirtió en septiembre que primero cotizará en el mercado doméstico y, después, lo hará en un índice internacional.

Aramco, que bajo el desierto saudí extrae nada menos que el 10% del crudo mundial, es la empresa más rentable del planeta. Según estimaciones recientes de Moody’s y Fitch, la empresa obtuvo en 2018 un beneficio neto de 111.100 millones de dólares, superando el beneficio neto conjunto de las cinco mayores petroleras de occidente: Exxon Mobile, Shell, British Petroleum, Chevron y Total.

Fuente: Cinco Días