De izquierda a derecha, el ex vicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia, el presidente de Bankia José Ignacio Goirigolzarri y la subgobernadora del Banco de España Margarita Delgado.De izquierda a derecha, el ex vicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia, el presidente de Bankia José Ignacio Goirigolzarri y la subgobernadora del Banco de España Margarita Delgado.

Las autoridades supervisoras ya sabían en 2012 que Banco Popular estaba en una situación muy delicada y debía haber sido rescatado. Esta es la sorpresa que anunció el viernes el exvicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, en el foro que conmemora el 10 aniversario del FROB.

“En 2012 y 2013 se nos escapó una entidad financiera, se nos escapó Banco Popular, quizás no nos hubiera pasado con un supervisor único”, declaró Almunia en alusión a una posible falta de diligencia del Banco de España en esos años. Sus declaraciones provocaron un silencio tenso en la sala de actos del Ministerio de Economía, que terminó con un intenso murmullo.

El que fue número dos de Bruselas fue más lejos al añadir: “Yo recuerdo entonces algunos análisis para ver si tenía que pasar por reestructuración y no lo hizo porque pudo presentar un balance que parecía mejor de lo que era”. Almunia fue el representante que discutió en Bruselas el rescate de las grandes entidades europeas y, por lo tanto, de la banca española que se llevó por delante al sector de las cajas de ahorros, y que supuso una inyección de capital de 41.000 millones de euros.

Otro representante que negoció el rescate por parte española fue el exsubgobernador Fernando Restoy, quien asistió el viernes también a este acto del FROB en calidad de presidente del Financial Stability Institute del BIS. También estaba su actual sucesora, Margarita Delgado, que fue supervisora del grupo de inspectores asignados a Banco Popular.

En esa época el gobernador del Banco de España era Luis María Linde. El ya ex número uno del Banco de España reconoció en la comisión que investigaba la crisis financiera en el Congreso que quizá fue “una mala decisión” no haber nacionalizado Popular en 2012.

Almunia confesó no estar satisfecho de todo lo que se hizo “en Europa y en España” durante 2012 y 2013, periodo en el que se produjeron en el seno de la Comisión Europea conversaciones sobre si Popular debía o no asumir planes de reestructuración. El 7 de junio de 2017, a instancias de la Junta Única de Resolución (JUR), el FROB liquidó Popular, amortizó el valor de sus acciones a cero y lo vendió a Santander al precio de un euro.

Varias fuentes de anteriores etapas del Banco de España consultadas por este periódico consideran “imprevista, innecesaria y equivocada” la intervención de Almunia, más después del tiempo que ha pasado.

El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, defendió la resolución de Popular y su posterior venta a Banco Santander por el simbólico precio de un euro, ya que esta fórmula permitió preservar los intereses de los depositantes y la estabilidad financiera.

Guindos destacó también que Popular, que fue la primera entidad de la Unión Europea en resolverse por la Junta Única de Resolución (JUR), no requirió de dinero público, lo que evitó su impacto sobre la deuda pública.

El reclamo de la unión bancaria

El Banco de España, el FROB, el BCE, Economía y el sector financiero han urgido a cerrar de una vez por todas la unión bancaria, que ha avanzado notablemente en los últimos diez años pero a la que le faltan los mecanismos necesarios para futuras crisis, como un fondo europeo de garantía de depósitos.

Fuentes del supervisor español aseguraron que fue la firma Oliver Wyman la que determinó las necesidades de capital de todo el sector financiero, incluso de Popular, al que pidió 3.223 millones de euros, y el banco las subsanó con una ampliación de capital de 2.500 millones y venta de participaciones. Pero aunque se hubiera podido intervenir en 2012, el banco hubiera costado dinero público.

Fuente: Cinco Días